Las mujeres, primero

Por costumbre, el Athletic tiene a bien ofrecer su campo de San Mamés a todos los equipos subsiguientes del de Primera División para festejar sus éxitos secundarios. Así, el Athletic decidió que su equipo femenino (creado esta temporada) celebrara el 30 de marzo su partido frente al Puebla, rival directo en la lucha por el título de la Superliga femenina, en San Mamés. Para ello, decidió habilitar dos tribunas (con capacidad para unos 12.000 espectadores), que resultaron insuficientes y tuvo que abrir sucesivamente el resto hasta completar un aforo de unas 23.000 personas, probablemente el récord de espectadores en el fútbol femenino en España.

Un récord momentáneo, que será batido mañana, a las 12.00 en San Mamés, cuando el Athletic femenino dispute el último partido de Liga frente al Hispalis sevillano (al que venció 1-6 en la primera vuelta) y, si gana, festeje el título de Liga, la primera Copa que llegará a las vitrinas del Athletic desde 1984 y que presumiblemente congregará a unas 35.000 personas en La Catedral.

Existen serias dudas sobre quién reunirá más aficionados en 'La Catedral'

Hasta hace un mes, las chicas del Athletic jugaban en las instalaciones de Lezama, con un promedio de asistencia de unas 2.000 personas, una cifra importante e incluso superior a las que asisten a los partidos del segundo equipo del Athletic (el Bilbao Athletic) que está a punto de conseguir una plaza en las eliminatorias de ascenso a Segunda División. La respuesta ante el Puebla extremeño alarmó al Athletic: imposible jugar en Lezama, un pequeño pueblo a las afueras de Bilbao. Con el título de por medio, la respuesta del público superaría cualquier previsión. Pero se presentó un problema: esa misma semana, el Athletic masculino jugaba partido de Liga con el Betis. A eso se añadía que la condición no profesional del fútbol femenino impide que los partidos se disputen antes del domingo, para facilitar el viaje de las futbolistas españolas. Solución: adelantar el partido del Athletic contra el Betis al sábado, dejando libre San Mamés para las chicas el domingo a las 12 del mediodía. Los chicos se amoldaban a las exigencias de las chicas. La Federación, el Betis y Audiovisual Sport entendieron la demanda y asumieron el cambio de fecha. Así, el Athletic masculino juega hoy a las 20.00 horas y el femenino mañana a las 12 horas. Hay serias dudas de quién congregará más público. De momento hay algunos datos objetivos. Ayer viernes, las entradas puestas a la venta para el partido femenino (al precio de diez euros) se habían agotado, los socios tienen entrada libre, el Athletic ha dispuesto un servicio especial de limpieza de madrugada, tras el Athletic-Betis, con los focos encendidos durante toda la noche, ha alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento para que proceda a la recogida de la basura, anuncia medidas de restricción de aparcamiento para el partido de las mujeres, con los habituales cortes de tráfico, para agilizar la circulación, e incluso ETB, la televisión autonómica vasca, tiene previsto un especial para el lunes dedicado a las chicas rojiblancas titulado "Historia de un sueño".

El Athletic tampoco ha olvidado las presuntas celebraciones. Si el Athletic es campeón (necesita ganar o igualar el resultado que obtenga el Levante ante el Torrejón), celebrarán una comida de hermandad con el cuerpo técnico y directivo, aplazando los fastos hasta que concluya la disputa de la Copa de la Reina, la otra competición oficial.

En Bilbao se ha debatido incluso sobre la idoneidad de sacar la gabarra por la ría, como sucede cuando el equipo masculino obtiene algún título. El fundamentalismo rojiblanco no lo ha aceptado. El fútbol femenino sigue siendo una competición menor aunque probablemente este fin de semana bata en audiencia al fútbol masculino. Ni las chicas lo quieren, visto lo visto. No quieren ser protagonistas forzadas de un viaje iniciático, aunque en los dos últimos años sólo hayan perdido un partido y no hayan recibido ni una sola tarjeta roja. Rarezas de otro fútbol, de otra historia, ¿de otro mundo?