Se impone la cautela

La renta variable española sigue sin poder romper los máximos del año y en la jornada de ayer la

cautela volvió a imponerse. Después de una jornada con continuos altibajos, los principales indicadores se quedaron prácticamente en los mismos niveles del día anterior sin ver un dinero claro que se decida a tomar posiciones.

De nuevo no pudo ser, y el Ibex 35 se tuvo que conformar con un descenso del 0,92%, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid se dejó el 0,76% en su indicador. En el resto de las plazas europeas las pérdidas fueron más abultadas pues París retrocedió más del 2% y Londres un 1,70%.

El panorama para el medio plazo parece más alentador que en lós últimos meses pero, sin embargo, los inversores no terminan de creérselo y prefieren ver desde la barrera. Según un informe de la OCDE el crecimiento en Estados Unidos a partir del segundo semestre se acelerará, con un aumento de la inversión extranjera, y los tipos de interés en la zona euro todavía cuentan con margen para bajar lo que debería animar a la renta variable. El día a día manda en los mercados y en esta ocasión una apertura a la baja de Wall Street provocó la retirada del poco dinero que había en el mercado. Los datos americanos publicados fueron para todos los gustos, pues el ascenso mayor de lo esperado en los pedidos duraderos se vio truncado por un aumento en los peticiones de desempleo semanal.

Mucha cautela es lo que manda en las bolsas a pesar de unos resultados empresariales que en su mayoría están siendo mejor de lo esperado por los analistas. Los bancos comienzan a dar sus cuentas y el turno ayer fue para el Popular que ganó un 8,6% más en el primer trimestre aunque su precio en bolsa bajó un 2%.

La actividad en el mercado continuo fue de 2.598,71 millones de euros, cifra más elevada que en los últimos días. En divisas, el euro continuó con su carrera alcista y se colocó muy próximo a los máximos de casi cuatro años al marcar un cambio medio en 1,1008 dólares.