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Reportaje:

A toda mecha por el otro carril

Machlas, delantero del Sevilla, detenido por conducción temeraria en hora punta, huir del alto policial y forcejear con unos agentes

La semana previa al enfrentamiento con el Madrid está siendo incluso más movida de lo que en el Sevilla se pensaban. Si no bastaba con el lío que supone el cambio de escenario para este partido, que se disputará el próximo domingo en el de La Cartuja y no en el Ramón Sánchez Pizjuán, ayer por la mañana la directiva del Sevilla se desayunó con un engorroso incidente que vino a complicar aún más las cosas.

A falta de tres minutos para las diez, el delantero griego Nicos Machlas fue detenido por agentes motorizados del Cuerpo Nacional de Policía como presunto autor de un delito contra la seguridad del tráfico y resistencia a agentes de la autoridad después de que recorriese en sentido contrario y a gran velocidad la avenida Ramón y Cajal, de la capital, una vía en la que el tráfico es intenso a esas horas.

Según el relato de varios testigos, Machlas invadió el carril opuesto con su deportivo para librarse del atasco que presentaba esa vía, hecho que no pasó inadvertido para una patrulla de agentes del Cuerpo Nacional de Policía que regresaban en ese momento de un servicio. Los funcionarios dieron el alto a Machlas, que hizo caso omiso a las señales. Tras una persecución, los agentes lograron finalmente que se detuviera a un lado de la calzada, pero el futbolista griego se negó a identificarse y a apearse del vehículo. Fue entonces cuando los agentes procedieron a sacarle por la fuerza y se produjo un forcejeo que acabó con Machlas en el suelo y esposado para, posteriormente, ser trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, en cuyos calabozos permaneció desde las 11.00 hasta las 16.00 horas, acompañado por el delegado del Sevilla, Cristóbal Soria, y por miembros del equipo jurídico del club.

El abogado del Sevilla, Manuel Soto, explicó que el jugador, siguiendo su consejo, se había negado a prestar declaración ante la policía, por lo que fue trasladado al Juzgado de Guardia de Sevilla, donde sí prestó declaración ante el juez y quedó en libertad sin fianza. Por su negativa a declarar ante la policía Machlas se arriesgó a tener que pasar la noche en los calabozos, circunstancia de la que se libró al estar previsto para ayer por la tarde un traslado vespertino de detenidos desde la Jefatura Superior de Policía a los Juzgados.

Nadie del club, excepto el abogado que le acompañó, se pronunció ayer sobre la detención de Machlas, que en ese momento se dirigía hacia el estadio de La Cartuja, en el que se entrenaban sus compañeros. Machlas llegaba tarde tras haberse equivocado en un primer momento y acudir, como es lo habitual, a la ciudad deportiva sevillista, que se halla al otro lado de la ciudad.

Machlas, de 29 años, llegó al Sevilla cedido por el Ajax el pasado diciembre como refuerzo de la delantera y con el aval de haber sido elegido Bota de Oro en la temporada 1996-1997 con el Vitesse. Su dificultad con el castellano -se expresa aún en inglés- y el hecho de que el técnico del Sevilla, Joaquín Caparrós, no haya contado demasiado con él han hecho que su adaptación haya sido lenta. Así, son pocos los compañeros del vestuario con los que mantiene amistad fuera del trabajo, tiempo que, al igual que hizo en su día Tsartas, invierte junto a otro compatriota que dirige un negocio de restauración en la capital andaluza. Pese a todo, Machlas ha aprovechado los ratos que Caparrós le ha dado: hace dos jornadas, ante el Villarreal, el griego reivindicó su titularidad con dos goles de bella factura conseguidos en apenas once minutos.

Machlas, a la salida del juzgado.
Machlas, a la salida del juzgado.GARCÍA CORDERO

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