El Ayuntamiento cierra al tráfico la calle de Huertas entre protestas y aplausos vecinales

Las protestas de los vecinos de la calle de Huertas (Centro) por la falta de sitios para aparcar llegaron ayer hasta los oídos del alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano (PP). El regidor visitó la peatonalización de la calle y recibió los pitidos y reproches de un grupo de residentes, que consideran que la obra les ha restado plazas de aparcamiento. Álvarez del Manzano se desvió del recorrido para evitar las protestas y terminó paseando por la calle de Atocha, que no forma parte de la reforma. Otros vecinos, en cambio, aplaudieron a la comitiva municipal.

El alcalde tenía previsto recorrer a pie la calle de Huertas para comprobar cómo había quedado la vía después de la reforma, que sólo permite el paso de vehículos de emergencias, carga y descarga y de residentes que tengan que garaje.

Pero las protestas de un grupo de residentes obligaron al regidor a desviarse por la calle de Amor de Dios, pasear por la de Atocha (ajena a la reforma) y terminar la visita en poco tiempo. "Es que me está esperando el Príncipe en otro acto", se disculpó. Antes, Álvarez del Manzano fue objeto de los silbidos y gritos. Algunos residentes protestaron porque la peatonalización de Huertas ha dejado a la zona sin 70 plazas de aparcamiento y porque no se creen las promesas del concejal de Movilidad Urbana, Sigfrido Herráez, que asegura que el Consistorio les va a compensar con la creación de otras 230 plazas. "El barrio necesita al menos 600 plazas de aparcamiento, porque estamos rodeados de bares, restaurantes y edificios oficiales y para los residentes es imposible aparcar", explicó Saturnino Domingo, uno de los manifestantes.

Muchos de los residentes que protestaron son miembros de la Asociación de Vecinos Barrio de Las Letras. Otros iban por libre. "¡Tenemos el coche fuera de nuestro barrio¡", gritó un vecino al alcalde. "Sí, el barrio muy bonito, ¿y los vecinos qué?", protestó otro.

Las protestas de estos residentes se mezclaron con los besos y los "¡viva el alcalde¡" que le propinó otro grupo de residentes. "Ya era hora de que arreglaran esto¡", dijeron los vecinos a favor de la reforma.

El presidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Huertas, José Carlos García de la Hera, también se manifestó a favor. "La obra es un proyecto de recuperación del pequeño comercio de la zona, que casi se había perdido". "Además, ahora hay menos ruido en esta calle", añadió.

Álvarez del Manzano señaló que la obra "se ha hecho atendiendo a una petición de los ciudadanos y, por eso, un grupo muy mayoritario está agradecido, aunque siempre hay alguno que quiere que su interés personal sobresalga sobre el general".

El tráfico en Huertas ha quedado restringido por unos bolardos retráctiles colocados en cada cruce de la calle y que se bajan gracias a unas tarjetas electrónicas que sólo poseerán los servicios de emergencia, los comerciantes y los residentes con garaje propio.

El proyecto para reformar Huertas fue aprobado hace casi un año con una inversión de 2,25 millones de euros.