¡Qué récords aquellos!
Los poseedores de las marcas más antiguas del atletismo vasco ejercen ahora de cura, dentista, constructor...
Luis Felipe Areta, más conocido como Pipe, cumplió 61 años el mes pasado. Estos días camina ayudado por una muleta porque le han operado de las caderas, así que no puede jugar al padel ni al tenis, sus ejercicios favoritos. A Areta, sin embargo, no se le conoce por manejar la raqueta, sino por sus zancadas.
Pero de aquello hace mucho. Él posee el récord de Euskadi más antiguo en atletismo. El 10 de marzo de 1968, hace 35 años, Areta llegó a los 16 metros y 47 centímetros en triple salto durante los Juegos Europeos de pista cubierta (el precedente del Campeonato de Europa). Ningún atleta vasco le ha batido desde entonces. Ramón Cid, otro histórico deportista que ahora trabaja como responsable de saltos de la federación española, consiguió igualarle 14 años después en París. Y ahí siguen los dos, juntos todavía en el ránking.
Desde aquel 1968, la vida de Areta ha dado varias vueltas. El principal giro lo consumó a los 38 años de edad, cuando se ordenó sacerdote del Opus Dei. Desde entonces él, donostiarra de nacimiento, casi siempre ha vivido en Bilbao. Apenas mantiene lazos abiertos con el atletismo, salvo el contacto con algunos antiguos compañeros.
Entre ellos se cuenta Ignacio Sola, también ex olímpico. Él, sin embargo, no tiene la suerte de Areta. Se mantuvo durante años como rey de la pértiga no sólo en el País Vasco, sino también a nivel nacional. Pero todos sus récords, incluido el de Euskadi (lo dejó en 5,20, según recuerda él mismo), son ya historia. Montxu Miranda se los ha batido. Ahora Sola, que vive en Madrid, se dedica a "hacer proyectos de construcción de stands en ferias". Él sí mantiene un vínculo importante con el atletismo. Pertenece al Comité Olímpico Español.
Entre las viejas glorias que todavía tienen inscrito su nombre en la lista de récords imbatidos de Euskadi figura un velocista, Luis Sarría. Este vizcaíno nacido en Marruecos posee aún los récords de 200 metros al aire libre (desde 1974, con una marca de 20.6) y de 400 metros en pista cubierta. Éste lo logró en febrero de 1971, en una reunión Alemania-España disputada en el Berlín del muro. Pero, como les ocurrió también a otros muchos, Sarría tuvo un problema burocrático. En aquella época, los récords no se contabilizaban según la procedencia del atleta, sino por el lugar donde estuvieran afincados sus clubes. Así, los vascos que competían en equipos de fuera de Euskadi no podían registrar sus marcas aquí.
En la década de los 70 también sobresalió Ramón Ávila, con la mejor marca en 400 metros vallas desde 1974. Ahora ejerce de dentista. En decatlón, el mejor especialista ha sido Jesús María Abadía; y el fallecido Roberto Cabrejas en salto de altura...
Realmente, el récord vasco más antiguo corresponde a otro atleta, Juan Antonio Iguarán, nacido en Tolosa en 1933. Nadie ha batido su marca registrada en 1959. Pero hay una explicación. Su especialidad era la barra vasca, una disciplina en vías de extinción, que sólo se practica a modo de exhibición. "Es la mitad de larga que una jabalina pero con el cuádruple de peso. Pero se suprimió en 1964", explica el estudioso y estadístico del atletismo José María García.
¿Y las mujeres? ¿Por qué no tienen marcas tan antiguas? Muy sencillo: "El atletismo femenino estuvo prohibido durante el franquismo, hasta los años 60", recuerda Juan José Andérez, buen conocedor del atletismo en Vizcaya. "Entonces, se tramitaban las licencias a través de la Sección Femenina".
Los modernos
Mantener un récord durante 35 años tiene mérito, sin duda. Pero la lista de mejores marcas del atletismo vasco tiene registros más recientes que merecen destacarse. Entre las mujeres, el listón dejado por las velocistas está alto. Blanca Lacambra (en 60, 200 y 400 metros, por no hablar de los relevos) dejó un reguero de récords en los 80.
Maite Zúñiga, retirada más recientemente, tocó un techo difícil de alcanzar en 800 y 1.500 metros. Y todavía posee el récord de España de la milla. También lo tiene Montxu Miranda, el número uno de la pértiga nacional.
Son modernos también los registros que ha dejado el ex campeón del mundo de maratón Martín Fiz. Aunque el vitoriano ya se ha retirado, algunas de sus marcas tardarán un tiempo en superarse. En las largas distancias también ha destacado Mikel Odriozola, aunque en marcha. Dicen que los récords están para batirse. Pero hay que ver cuándo.
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