El PSE quiere crecer el 25-M gracias al voto que "recela" de todo radicalismo
Los socialistas vascos han diseñado su campaña electoral para asegurar el voto de los sectores sociales que apoyan habitualmente al partido y atraerse nuevos votantes entre quienes "recelan" de la "radicalización" nacionalista, no comparten el "integrismo y seguidismo nacionalista" de IU y "empiezan a estar cansados de la soberbia, inflexibilidad y errores políticos" del PP.
Estas reflexiones vienen recogidas en la guía de campaña elaborada por el PSE-EE para los próximos comicios. La guía, de 26 folios, destaca los mensajes que trasladarán durante la campaña: defensa del autonomismo y el estatutismo, la unidad democrática frente a ETA, el diálogo institucional y el municipalismo.
La guía considera que el nacionalismo "no tiene capacidad" de generar país, al pretender poner en marcha el plan Ibarretxe, que sólo "conduce a esta comunidad a la ruptura social". Del mismo modo, aprecia en el PP un "déficit" de visión de Estado y un "superávit de electoralismo", que le lleva a "intensificar las diferencias, en una actitud de permanente confrontación que, lejos de modular al nacionalismo, lo aglutina".
Frente a ambas opciones, el PSE defiende la unidad democrática frente a ETA y su entorno, el diálogo entre los gobiernos vasco y central, y la construcción de un país plural, "sostenido por las relaciones de ciudadanía más que por los vínculos de la tribu".
La prioridad es lo municipal, dice el PSE, destacar la gestión realizada en las instituciones donde gobiernan y proponer sus proyectos, "mientras otros partidos o candidatos harán campaña con el plan Ibarretxe o con la mera confrontación con el nacionalismo". El PSE recomienda a sus candidatos que eludan en sus intervenciones de campaña las "cortinas de humo", como la Ley de Partidos o el caso Egunkaria.
No a la estrategia de Mayor
"Para los socialistas, estas elecciones no se convocan para aprobar o rechazar el plan Ibarretxe, pero tenemos la obligación de no perderlo de vista, aunque sólo sea para neutralizar con inteligencia determinados mensajes y simplificaciones que vamos a escuchar", explica. "El nacionalismo gobernante quiere tener sumisos a los municipios, subordinarlos a perpetuidad, tenerlos siempre encadenados a su esfera de intereses y a su red clientelar: antes, en la época de los pactos con ETA y del Pacto de Lizarra, tratando de colocarles la camisa de fuerza de Udalbiltza; y ahora, tratando de colocarles la camisa de fuerza del plan Ibarretxe. Fracasó en su primera tentativa y volverá a fracasar", señala la guía.
En esta línea, denunciarán "la estrategia de Mayor Oreja de atacar constantemente al socialismo vasco bajo supuestos deseos de alianza y colaboración". Esta actuación, según el PSE, atiende sólo a los intereses propios o del PP, para "beneficiar a su partido en España a costa del socialismo y del conjunto del constitucionalismo".
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