Convulsión goleadora en Montjuïc
Montjuïc albergó uno de los partidos más desiguales y asombrosos de los últimos tiempos. El Espanyol rescató un punto y el Athletic perdió dos cuando la suerte parecía más que echada en el descanso, al que se llegó con un inapelable 0-3. Pero el marcador y el juego dieron un vuelco tan abismal como incomprensible. Nada tuvo que ver el primer tiempo con el segundo, en nada se pareció el Athletic bien puesto y que desplegó un juego directo para anotar tres goles en media hora al que se abrió de par en par y al que sólo le faltó hacer un gesto rococó de cortesía para firmar las tablas en los 20 primeros minutos de la reanudación. Y en absoluto se pareció al de después el Espanyol empecinado en escenificar el hundimiento del Titanic en una primera media horrorosa, en la que quedó a merced de los rojiblancos y de todas las inclemencias que le asolaron: el gol nada más ponerse el balón en juego, la lesión de Tamudo y el rosario de fallos que pusieron al público de uñas con Toni.
ESPANYOL 3 - ATHLETIC 3
Espanyol: Toni; Torricelli, Soldevilla, Lopo, David García; Domoraud, Iván de la Peña (Toni Velamazán, m. 54); Maxi, Òscar (Morales, m. 68), Roger; y Tamudo (Milosevic, m. 9).
Athletic: Aranzubia; J. González, Karanka, Prieto, Del Horno; Alkiza, Gurpegui (Murillo, m. 88); Etxeberria, Ezquerro, Yeste (Ocio, m. 61); y Urzaiz.
Goles: 0-1. M. 3. Ezquerro aprovecha un rechace de Toni.
0-2. M. 22. Yeste, con la colaboración de Toni.
0-3. M. 30. Yeste transforma un libre directo. 1-3. M. 52. Maxi, a centro de Domoraud.
2-3. M. 55. Milosevic, tras un fallo de Karanka.
3-3. M. 65. Roger transforma un penalti de Del Horno a Soldevilla.
Árbitro: L.Nieto. Amonestó a De la Peña, Urzaiz, Yeste, González, Del Horno, García y Etxeberria.
Unos 17.000 espectadores en Montjuic.
Fue un partido de vaivenes colosales, en lo anímico y lo futbolístico, algo que delata la pasmosa irregularidad y falta de consistencia de ambos equipos, tan pronto inmersos en una dinámica sobre la que sus jugadores parecen cabalgar como perdidos en el túnel de los horrores. El Athletic tiró todo su trabajo por la borda. Atornilló a De la Peña, aisló a Tamudo primero y a Milosevic después y marcó la raya en el centro del campo, donde Alkiza y Gurpegui hicieron un sordo trabajo que permitió que Ezquerro, Yeste y Etxeberria maltrataran el dispositivo del Espa-nyol con un soberbio despliegue, con desmarques y pases a los huecos. Los blanquiazules no fijaron las marcas y la movilidad y verticalidad del trío en la media punta le daba al Athletic todas las bazas.
El Athletic estaba dispuesto a aprovechar la bicoca y se puso 0-3. El partido estaba visto para sentencia. Pero quedaban 45 minutos. Bastó un gol, que llegó de la forma más imprevista, con Domoraud poniendo el centro y Maxi la cabeza, para que al Athletic le entrara el tembleque, especialmente a sus centrales. El Espanyol empujó con lo que pudo, que no fue gran cosa, pero suficiente para propiciar jugadas confusas en el área rival y alcanzar el empate de penalti, tras un agarrón de Del Horno a Soldevilla a la salida de un saque de esquina.
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