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INTERNACIONAL

Volkswagen aumenta de revoluciones

Pischetsrieder 'sacude' el grupo alemán con cambios en la dirección y de estrategia

Aunque se le veía venir desde el momento de su nombramiento como máximo responsable del grupo automovilístico alemán, el presidente de Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, ha tardado un año en hacer reales las previsiones. Quizá por respeto a su predecesor y mentor, Ferdinand Piëch.

El banderazo de salida ha sido una discusión con el director de mercadotecnia y ventas, Robert Büchelhofer, destituido la semana pasada y tras la que anuncia una importante revisión de las funciones de los directivos que comenzará "con una hoja de papel en blanco".

Tras la reducción en un 10% de sus beneficios durante el último ejercicio, en el primer trimestre de este año, no se han cubierto las expectativas, y ha decidido no esperar más. En 2002 vendió menos coches de los esperados, no alcanzó los cinco millones de unidades, y el Peugeot 206 arrebató al Golf el título de coche más vendido en Europa.

Con el cambio del sistema de plataformas a módulos pretende ahorrar un 20% en I+D y costes de capital en los próximos 20 años

Ha utilizado el Financial Times Deutschland como plataforma de su aviso para navegantes ante lo que parece una auténtica reestructuración del grupo, ya que afecta a su sistema de producción basado en las plataformas que quiere cambiar por el de módulos. Según sus cuentas supondrá una reducción del 20% en los gastos de investigación y desarrollo y de capital en las dos próximas décadas, lo que permitirá alcanzar el objetivo a más largo plazo de limitar este gasto combinado al 10% de los ingresos.

Por otro lado quiere hacer frente también al elevado grado de canibalismo existente entre sus marcas. Algunos modelos, como el Audi 2, ya han sido condenados, pero quedan otros frentes importantes.

De momento se tratará de diferenciar claramente dos grupos de marcas, por un lado Volkswagen y Skoda, para modelos más familiares, y Audi y Seat por otro con aires más deportivos.

Tras la salida al mercado del Volkswagen Phaeton, su modelo de lujo, parece que por ahora no se ha planteado desprenderse de marcas como Bentley, Bugatti o Lamborghini, que Pischetsrieder considera un buen banderín de enganche para las gamas más altas del resto de sus marcas. Como tampoco parece que tenga ninguna intención de aumentar su participación del 34% en el fabricante de camiones Scania.

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