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Crónica:BALONCESTO | EUROLIGA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Al Sant Jordi, a toda pastilla

El Barça, en un peleado y excelente partido ante el Olimpia, certificó su pase a la Final a Cuatro

Robert Álvarez

El Barcelona, a toda máquina, presionado hasta la agonía por la indomable réplica de un Olimpia que opuso un juego muy rápido y directo, certificó su pase a la Final a Cuatro que se disputará el 9 y el 11 de mayo en el Palau Sant Jordi de la ciudad condal. Por calidad y poderío físico no podía ser de otra manera, pero el Barcelona sufrió, como ha sido denominador común en una segunda liguilla en la que estuvo contra las cuerdas en los cuatro últimos partidos que disputó.

Contra el Olimpia volvió a complicarse la vida cuando todo parecía resuelto. Está visto y comprobado que al equipo azulgrana le cuesta cerrar los partidos en su debido momento. No hay manera. Contra el Olimpia llegó a dominar por 11 puntos a falta de tres minutos. Pero se dejó ir de mala manera y el Olimpia llegó a rozar su sueño: le hubiera bastado con ganar por un punto puesto que el Olympiakos perdió por 82-79 en la pista del Asvel Villeurbanne. El Barcelona se encalló en ataque y el Olimpia sumó hasta llegar al 77-75. Quedaban 21 segundos y sonaron todas las alarmas en el Palau. Con posesión del Barcelona, el Olimpia forzó la falta. De la Fuente tuvo que apechugar con la tarea de anotar dos tiros libres decisivos. Coló los dos. Un reflejo de lo que sucede en el Barcelona. Cuando más lo necesita, en las situaciones más extremas, no hay jugador que falle.

BARCELONA 79 - OLIMPIA LIUBLIANA 75

Barcelona: Jasikevicius (18), De la Fuente (4), Bodiroga (21), Fucka (11), Dueñas (5) -equipo inicial-; Navarro (10), Femerling (6), Varejao (3) y Nacho Rodríguez (3).

Olimpia Liubliana: Ilievski (16), Bazdaric (8), Modric (0), Boisa (15), Poljak (2) -equipo inicial-; Dujmovic (5), Jurak (10), Hukic (10) y Stelmahers (6)

Árbitros: Colucci, Belosevic y Sahin.

Parciales: 27-23, 17-17, 22-16 y 23-19.

Palau Blaugrana. Lleno. 8.200 espectadores.

También pesó lo suyo el infernal ambiente que se crea en el Blaugrana y que dentro de tres semanas puede volver a reproducirse en el Sant Jordi. No lo tendrá mejor el Barcelona para obtener el título que tanto se le resiste. Se asomará a la Final a Cuatro por octava ocasión pero esta vez prácticamente en casa.

La brillante y meritoria réspuesta del Olimpia, obligó al Barça a sacar lo mejor de muchos de sus jugadores, caso de Bodiroga, Navarro y Jasikevicius, que resolvieron cuando su equipo más lo necesitaba. No le faltaron precisamente situaciones de apuro al Barcelona. Pero las superó una por una, con Bodiroga siempre al frente de las operaciones.

El Olimpia parece surgido de otra galaxia. Afortunadamente para el baloncesto europeo todavía quedan equipos así. No especula, no mastica la jugada hasta el aburrimiento, no se dedica a cerrar atrás y a lanzar sólo cuando se agota la cuenta de cada una de sus posesiones. Corre y lanza a canasta sin demasiados miramientos. Y sin embargo, no es un equipo fácil. Todo lo contrario. Porque su estilo de juego no está falto de garra en defensa ni de perspicacia en ataque. Es un soplo de aire fresco en un baloncesto europeo tan enquistado por la utilización masiva y sistemática de esquemas basados en el juego lento y que especulan básicamente con la defensa y el reloj. Inferior físicamente, el Olimpia defiende con una solidaridad extrema. Nadie se escaquea. Y de ahí que lo que no frena en el uno contra uno, lo pare a base de ayudas y ajustes, es decir, con una actividad febril, aunque con constantes faltas personales, concedió demasiados tiros libres al Barcelona. Pero también provocó constantes errores en el ataque azulgrana y al propio tiempo favoreció robos de balón y, por lo tanto, canastas fáciles.

El Barcelona cayó muchas veces en la tela de araña. Y el Olimpia corrió al contraataque a las mil maravillas. Por eso, y porque además posee jugadores con mucha mano, pívots tan capaces de penetrar desde fuera como de anotar desde cinco o seis metros, vendió tan cara su piel el Olimpia. No pasó de eso, porque el Barcelona puede dormirse por momentos o puede adolecer de recursos para abrir brechas y cerrar el partido antes de llegar al final pero, a la hora de dar la estocada, nunca falla.

Final a Cuatro. Se disputará en el Palau Sant Jordi el 9 y el 11 de mayo. Semifinales: Montespachi Siena-Benetton Treviso y Barcelona-CSKA Moscú. La final se jugará el día 11 de mayo a partir de las 20.30 horas.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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