Pequeños seres artificiales

No tienen la inteligencia de los replicantes de la película Blade Runner, pero para los amantes de la robótica y de la ciencia-ficción, los cuatro robots que muestra estos días el Centro Cultural Conde Duque son un ejemplo de hasta dónde puede avanzar el complejo mundo de las tecnologías. Bajo el título Argonautas, el Conde Duque (calle del Conde Duque, 9) acoge hasta el próximo 5 de mayo una instalación con cuatro pequeños robots, uno de los cuales puede ser manejado a tiempo real a través de www.medialabmadrid.org, la página de Internet de MediaLabMadrid, promotor del montaje.

Así, tanto a través del ordenador que hay en la muestra como desde cualquier otro procesador, el usuario puede controlar el movimiento, la dirección, la velocidad y el funcionamiento de uno de estos seres artificiales. En la página web se puede acceder a los mandos de control del robot. De momento, el ser artificial sólo puede ir para adelante, para atrás, hacia la derecha y hacia la izquierda.

Los padres del invento son dos expertos en robótica: Ricardo Iglesias, licenciado en Filosofía y Letras, y Gerald Kogler, un programador electrónico que actualmente amplía sus estudios e investigaciones tecnológicas en Barcelona. Los dos son pioneros en el arte interactivo y ayer cuidaban con mimo que sus cuatro robots estuviesen a punto.

"Uno de los robots, el que puede ser manejado a distancia, graba imágenes a través de una cámara de vídeo. Esas imágenes son enviadas a un receptor, que las procesa para que puedan consultarse y manejarse en la página de Internet", explica Iglesias, amante de la literatura futurista del escritor estadounidense Isaac Asimov.

Las personas que se acercaron ayer a la exposición mostraron su asombro al ver los movimientos que realizan los cuatro pequeños seres artificiales, que a primera vista parecen simples juguetes con grandes ojos y enormes antenas. Los organizadores de la muestra son conscientes de la atracción que supone el mundo de la robótica, sobre todo para la gente más joven, y por eso han hecho que la muestra sea interactiva. "Al mismo tiempo que observamos lo que hace el robot, él nos observa a nosotros y nos graba con la cámara de vídeo", señala Iglesias.

La muestra Argonautas está construida con una tecnología muy compleja, denominada Mindstorms, y con la aplicación de un software desarrollado por los propios autores.

La creación de Iglesias y Kogler no termina con Argonautas. Los dos autores están en plena ebullición de ideas y pretenden crear, dentro de un año, una comunidad robótica donde los seres artificiales dependan unos de otros y se puedan comunicar entre sí. Algo que, de momento, suena a ciencia-ficción.