La federación frena a los españoles

"El sentimiento es de impotencia y desespero", dijo ayer Adam Raga, de 21 años, ganador de la Copa del Mundo de Trial bajo techo este año. "No correr no es una buena sensación", agrega Marc Colomer, campeón en 1996. Ocho de los españoles más punteros no pudieron ayer participar en el GP de Luxemburgo, la segunda carrera del Mundial, porque la Federación Española mantiene suspendidas cautelarmente sus licencias desde el pasado 29 de marzo. El castigo es por tres meses. Si no se levantase, se perderían otras cuatro carreras. Así, sus opciones al título prácticamente han desaparecido.

El problema entre los pilotos y la federación colea desde hace tres años. Sin embargo, no estalló hasta el mes pasado, cuando se negaron a competir en la primera prueba del Campeonato de España, que se disputó en Jaén. ¿El motivo? Que no están de acuerdo en que los extranjeros sumen también puntos. "Es algo que nos perjudica porque vienen aquí e intervienen con la licencia internacional; algunos aprenden porque el nivel es altísimo, nos quitan patrocinadores y, encima, pueden ganar el título", afirma Raga.

En 2001, el británico Dou-gie Lampkin fue campeón de España, de Inglaterra y de la Copa del Mundo. Sólo España, con un alto nivel competitivo y de repercusión, e Inglaterra mantienen abiertos sus campeonatos a los extranjeros. En el resto de Europa es muy difícil participar para un foráneo.

"Nuestra única preocupación ahora", prosigue Raga, "es poder competir de nuevo. Hemos pedido perdón a la federación y le hemos propuesto ofrecer cursillos a los jóvenes y realizar una exhibición en Jaén. Pero aún no hay respuesta".

Mientras tanto, no podrán competir en el Mundial porque la federación internacional respeta la suspensión decretada por la española. Ayer, Marc Freixa, uno de los pocos que no respaldó el plante de Jaén, ganó en Luxemburgo, donde Lampkin fue el segundo.