Garganta rentable

La identidad de la garganta profunda, la fuente que despejó el camino del caso Watergate, sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de la historia, pero su nombre ya tiene un precio en dólares. Los afamados periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein acaban de vender al archivo de la Universidad de Tejas por cinco millones de dólares todas sus notas, apuntes, correspondencia, grabaciones, fotografías y transcripciones manuscritas de la investigación que les catapultó a la fama y que derribó al presidente Richard Nixon.

La cuantía ha sido histórica, pero la Universidad defiende el gasto por la importancia de las futuras investigaciones de un escándalo que se ha convertido en el paradigma de las relaciones de poder y control entre los gobiernos y la prensa. Pero el nombre de la privilegiada fuente secreta sólo se conocerá tras su muerte.

Woodward y Bernstein, con 60 y 59 años, respectivamente, ya no forman aquel tándem de película que ha llenado los sueños de generaciones de periodistas. Ahora trabajan por separado. Woodward continúa en The Washington Post, el periódico de ambos entonces, con importantes responsabilidades y editando best-sellers de investigación política. Bernstein hace años que dejó el Post y ahora ejerce de escritor. Ambos se reunieron esta semana en Austin para estar presentes en el anuncio de la venta.

Todavía quedan cosas por conocer del Watergate. Ésa es la razón esgrimida por el presidente de esa universidad, Larry R. Faulkner, para haberse permitido semejante dispendio en la adquisición de 75 cajones de caóticos apuntes periodísticos. La pareja, con todo, ha puesto algunas reservas, especialmente con la protección de la identidad de las fuentes más sensibles y de garganta profunda, el apodo que le dieron a la persona que en los casos de extrema confusión les proporcionaba pistas para continuar. Los periodistas, en cualquier caso, no han entregado su preciada documentación a cualquier archivo. El Centro de Investigación Harry Ransom de las Humanidades, de la Universidad de Tejas, tiene una de las cinco biblias impresas por Gutenberg existentes en EE UU (1,5 millones de dólares), folios originales de Shakespeare o las pruebas finales del Ulises de Joyce.

Bernstein apuntó otra razón de fondo para haber permitido la venta de sus intrincadas notas. El periodista reconoció que todos los que tuvieron algo que ver con el Watergate han sido investigados minuciosamente menos ellos.