"Pensar diferente"

En un artículo publicado en su periódico se extiende el señor González Pons, senador por el PP, sobre su derecho a pensar diferente. Diferente, se sobreentiende, de lo que piensa la mayoría de este país. Desde luego, defiendo su derecho a discurrir con sus propios criterios. Pero no creo que nadie se pueda arrogar el derecho a que ese pensamiento minoritario sea el que se aplique, en representación de mi país, en la guerra de Irak. Y cuando digo nadie incluyo, naturalmente, al poder Ejecutivo.

Dice el señor González Pons que se ha intentado -así, en impersonal- instalar en la opinión pública la creencia de que el 95% de los ciudadanos que está contra la guerra está también contra el Gobierno. Yo más bien creo que los ciudadanos, al igual que el señor González Pons, discurren por sí mismos y, además, la mayoría sabe sumar y restar. Por más que si alguien se ha empeñado en instalar esta creencia ha sido el propio presidente del Gobierno en sus simplistas planteamientos estilo Bush: el que no está conmigo está contra mí, es desleal y compañero de viaje de Sadam Husein.

También leo: "No pido que nadie nos dé la razón; pido que nadie se crea poseído de ella". ¿Nadie sin excepciones? ¿No le recuerda algo o alguien esta postura de posesión de la verdad absoluta, incluyendo datos que no conoce el resto de los mortales?

Remata su artículo el portavoz del PP en el Senado advirtiendo de lo peligroso de abrir "la vieja caja de los truenos". Una vez más, señor González Pons, use estas sensatas advertencias en su entorno político cercano, plantéeselas al presidente de su propio partido y a alguno de los candidatos a sucederle.