Un duelo entre la oposición

Fue el primer debate electoral de la temporada pero no estuvieron todos los que son. El sillón reservado al candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, Francisco Camps, quedó vacío. Su partido declinó la invitación que el rector de la Facultad de Económicas de Valencia, Enrique Villarreal, realizó el pasado 23 de enero, según contó el profesor en la presentación del debate, que se interrumpió pasadas las 12 del mediodía en atención a la protesta contra la guerra. Ninguno de los candidatos se cebó con la ausencia de Camps. No fue necesario, la falta en la mesa de un representante del partido en el gobierno de la Generalitat hablaba por sí sola. Eso y la ausencia de las cámaras de la televisión pública Canal 9.

Ribó (L'Entesa) dice que el PHN es un proyecto "hidráulico" no "hidrológico"

Pla (PSPV) reconoce la dificultad de superar la barrera mediática del PP

El debate transcurrió pacífico, sin que los candidatos cruzaran grandes puyas. Joan Ignasi Pla, candidato del PSPV-PSOE, que compareció con el atuendo más formal de la mesa, optó por no desperdiciar sus 10 minutos de tiempo y puso énfasis en la hipoteca económica que deja el gobierno del PP tras ocho años de mayoría absoluta, en los que se ha conducido con "opacidad" y "amiguismo". "Las exportaciones pierden terreno en España, la productividad está 10 puntos por debajo de la media, la precariedad laboral, cinco puntos por encima, y los salarios, por debajo", fue el retrato breve que el candidato socialista hizo de la realidad valenciana.

Pla apeló al realismo, gesto que algunos presentes relacionaron con una posibilidad real de victoria en las elecciones autonómicas del 25-M. "No queremos hacer promesas que no sean sostenibles", reiteró Pla, rechazando por irreal la visión complaciente que el PP ofrece de la Comunidad Valenciana. "No va tan bien como dice el PP. De ser así, no haría falta tanto gasto público en propaganda y publicidad", añadió el candidato, que reconoció la dificultad de "superar la barrera mediática del PP". El dirigente socialista apostó por una mejora del sistema de financiación autonómica, una demanda a la que aludieron todos.

Pla cerró su intervención con otro baño de realismo. "Queremos conocer la realidad de nuestras finanzas para saber de qué margen disponemos y después será preciso un plan de saneamiento del sector público".

Joan Ribó, candidato de L'Entesa, la coalición entre EU y Els Verds, presentó un programa claramente verde, donde, a propósito del necesario cambio de modelo energético -basado en el petróleo - mencionó la guerra en Irak y descalificó el PHN porque, según dijo, es un proyecto "hidráulico no hidrológico". "Si en estos años de bonanza, hemos tenido un endeudamiento tan alto; ¿qué haremos en tiempo de vacas flacas?", cuestionó el coordinador de EU.

El candidato de Unión Valenciana, Valero Eustaquio, reclamó en su turno un modelo de financiación autonómica "distinto y estable", ya que, según destacó, "no hay autonomía política sin autonomía fiscal". El candidato regionalista usó a lo largo de su intervención un valenciano no normativo que casi levantó del asiento al resto de candidatos y originó un apreciable rumor entre el público asistente, al que la palabra desenroll, que el cabeza de lista pronunció más de una vez, le pareció una auténtica estridencia. Eustaquio tampoco olvidó en su dicurso una mención al pacto entre el PP y la formación nacionalista catalana CiU como la responsable de la marginación que en materia de infraestructuras arrastra esta comunidad.

El candidato del Bloc-Esquerra Verda a la presidencia de la Generalitat, Pere Mayor, criticó, al igual que hizo Pla, el gusto de los populares por calificar la Comunidad Valenciana como "la mejor del mundo, la California europea". "Y digo yo", añadió Mayor, ¿cómo se compagina esta apreciación con el hecho de que seamos región Objetivo 1 [receptora de fondos europeos por su insuficiente renta], y que los salarios estén por debajo de la media española". "Hay un grupo de gente al que no nos gusta esa realidad y cambiarla sólo es posible si no hay mayorías absolutas".

El único rifirrafe lo propició Mayor cuando habló de la situación de la televisión pública. "Una ley de creación de la RTVV que no se ha cumplido nunca", apuntó, incluyendo en el mismo saco a socialistas y populares. El candidato nacionalista destacó, al fin y al cabo, que las dos sirvieron a los propósitos de dos ex presidentes de la Generalitat que acabaron siendo ministros.

El debate acabó con el salón de actos Sánchez Ayuso al completo y con tres ex consejeros socialistas de la Generalitat entre el público: Aurelio Martínez (titular de Economía y Hacienda), Joaquín Azagra (titular de Administración Pública y portavoz del Gobierno) y Andrés García Reche (titular de Industria, Comercio y Turismo).