Ciudad Real, de nuevo

El Ciudad Real sigue en la cumbre europea. Pese a perder con el peligroso Celje esloveno, cedió sólo tres de los siete goles que traía de ventaja del encuentro de ida, y defenderá su título ante el Gotemburgo sueco, que eliminó en la otra semifinal al Lemgo alemán ganándole los dos partidos. El conjunto de Juan de Dios Román lo pasó mal, especialmente en los últimos 15 minutos, cuando el Celje se acercó más en el marcador global, pero las paradas del guardameta Hombrados decidieron.

Como era esperar, el Celje comenzó el partido con gran fuerza y se puso con ventaja (3-1, mi. 4). El Ciudad Real, sin embargo, sin acelerarse, sólo debía evitar que los eslovenos se escaparan. La defensa en 5-1 se asentó y a los nueve minutos el partido estaba ya igualado (5-5). La tónica del juego se mantuvo ya todo el encuentro. Mientras el Celje trataba de acalerar las acciones, el conjunto manchego contestaba con los ataques más largos posibles, forzando las faltas de la defensa rival y siempre al borde de que los colegiados le pitaran falta por juego pasivo.

En toda la primera parte, sólo a los 21 minutos el Celje logró ponerse con tres goles de ventaja (13-10). Pero siempre la seguridad de Hombrados, que llegó a atajar hasta 25 disparos eslovenos, más el orden, la calma y la eficacia impuestas después en los contraataques por Duishebáev, Uríos y Hjermind, permitieron al Ciudad Real llegar con sólo un gol de desventaja al descanso (15-14).

En la reanudación, el panorama apenas cambió. Pasado el mal momento a falta de un cuarto de hora, los manchegos incluso igualaron (23-23) restando sólo seis minutos. La ventaja de siete goles era ya un tesoro y la derrota posterior por tres tantos apenas una anécdota. Lo importante estaba conseguido.