Usuaria del tren

Por mis estudios y trabajo soy plenamente consciente de la importante contribución del transporte a las emisiones contaminantes, y más concretamente la del uso del coche privado. En general intento contribuir en la medida de lo posible a un desarrollo sostenible y busco en mi vida diaria el ahorro energético que tan de moda está ahora. Por ello soy ferviente defensora del transporte público.

Soy vecina de Fuencarral, donde cojo el tren cada mañana, y es asombroso el grado de abandono de dicha estación. No hay farolas en un tramo del camino por el que a ella se accede ni una acera en condiciones, y si intentas llegar andando en un día de lluvia aquello es un barrizal, por no hablar de la inadecuada señalización para los coches; además hay que cruzar por el medio de las vías y no hay forma de comprar un billete. Esta zona de Madrid está experimentando un gran crecimiento en número de vecinos y de trabajadores y es necesario que se dote de más medios a dicha estación.

En estos días de promesas electorales no estaría mal que además de proponer nuevas infraestructuras se buscara la mejora de las existentes y que se fuera consecuente con palabras tan usadas como aumento e incentivación del transporte público, ciudad más habitable o defensa del medioambiente.