Un tren descarrila en Ripoll al acudir en ayuda de otro descarrilado en Ribes

Un tren de cercanías descarriló ayer a las 11.40 cuando se disponía a entrar en la estación de Ribes de Freser (Ripollès). Seis horas después descarriló en la misma vía, pero en Ripoll, el tren taller que iba a arreglar el desaguisado. Es el quinto incidente en esta zona desde el pasado febrero. El jueves, CiU y PP rechazaron en el Parlament una propuesta de Iniciativa para destinar 10 millones de euros a esta línea.

"Hay quien no utiliza esta línea por puro miedo", aseguraba ayer un ciudadano de Vic (Osona), ciudad que se encuentra en el medio del trayecto entre Barcelona y LaTour-de-Carol (Francia), una línea que debería tener prestaciones de cercanías pero que no puede ofrecerlas por la situación de la vía, que en buena parte del recorrido no es doble.

El primer accidente de ayer no causó daños personales, pero originó un corte del tráfico ferroviario que persistía a última hora de la tarde y que se prolongará hasta hoy, según un portavoz de la empresa ferroviaria. El tren viajaba a escasa velocidad y se salió de la vía sin llegar a volcar. En él viajaban unos 50 pasajeros, que no sufrieron daños. El transporte de viajeros entre Ripoll y Ribes de Freser se realizó ayer en autobús.

Las críticas al servicio ferroviario entre Barcelona y La-Tour-de-Carol arreciaron ayer por parte de responsables políticos de la zona. El diputado del PSC Manel Nadal aseguró que el abandono de esta línea, que ha sufrido cuatro interrupciones importantes del servicio en dos meses, obligará a una movilización ciudadana para reclamar inversiones y mejoras. "Si los gobiernos no reaccionan, sólo nos quedará la vía de las movilizaciones ciudadanas", aseguró Nadal. El PSC ya presentó el 26 de marzo una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados para reclamar un plan de actuaciones de mejora y mantenimiento con un calendario para su ejecución.

Propuesta de ICV

La última propuesta la defendió la semana pasada en el Parlament la diputada de ICV Bet Font. Pedía que el Gobierno catalán destinara a esta línea una ayuda de 10 millones de euros, pero fue rechazada por CiU y PP. Felip Puig adujo que la línea no es titularidad de la Generalitat y no se le destinará dinero si el Gobierno central no la traspasa.

El portavoz de ICV, Joan Boada, comentó ayer que la excusa carece de sentido, ya que en materia de peajes el Gobierno catalán ha puesto dinero. "Pedir el traspaso es una forma de dilatar el asunto y, al final, de no hacer nada". Boada puso el ejemplo de la Junta de Andalucía, que ha decidido arreglar líneas ferroviarias a la vista de que el Gobierno central no hacía nada para paliar su deterioro. Joan Carretero (ERC), alcalde de Puigcerdà (Cerdanya), se mostró dispuesto a encabezar acciones contra el servicio que Renfe presta y apuntó la posibilidad de realizar cortes en la línea.

La demanda de mayores inversiones se basa en el mal estado de los taludes, los túneles y las catenarias, que necesitan una revisión a fondo. Un desprendimiento ocurrido el pasado mes de marzo en un talud ya mantuvo cerrado el tránsito ferroviario durante casi siete días. El corte causó alarma e indignación entre los usuarios y los ayuntamientos de la zona, que temían que la inusual duración de las reparaciones fuera una maniobra preparatoria para un próximo desmantelamiento de la línea. Benigno Blanco, secretario de Estado de Infraestructuras, aseguró recientemente en Girona que no hay intención de desmantelar la línea.

Renfe no pudo precisar los motivos de ninguno de los dos accidentes de ayer, aunque su portavoz precisó que nada apuntaba a un sabotaje, motivo aducido en otros problemas ferroviarios por el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos.