Los ingenieros exigen una fecha creíble para la llegada del AVE a Barcelona

El Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña quiere introducir las cuestiones éticas en el debate sobre la tecnología. Y para empezar, una reflexión sobre la línea del AVE: "El problema es de mala gestión y de falta de ética", dijo el decano de la institución, Àngel Llobet. Y añadió: "La gente entiende que haya retrasos, pero no que la engañen. Ya está bien de hablar de 2004". Fomento, dijo, tiene que dar una fecha creíble y ésa no lo es.

Llobet presentó junto con ell presidente de la Asociación de Ingenieros Industriales de Cataluña una publicación dedicada exclusivamente a la reflexión ética sobre la tecnología y aprovechó para anunciar unas jornadas sobre los accidentes laborales. "Hay que ser muy duro en asuntos de seguridad. Y lo digo desde la ética". Llobet entiende que hay una cierta desidia generalizada que acaba por traducirse en víctimas, en la construcción, pero también en otros sectores. Y esa pasividad tiene que ser, dijo, denunciada.

Y de lo genérico, a lo concreto, que es donde a fin de cuentas se bate el cobre la ética: "El AVE es un problema de mala gestión. De falta de ética". Y los responsables directos son los que "impusieron" unos viajes de promoción de la línea que acabaron "en el desastre". "El problema deriva del enfrentamiento entre Renfe y el GIF, y alguien ha ganado. Quien impuso los viajes para mostrar que todo iba mal", dijo, en clara referencia a la dirección de Renfe, cuyo presidente es Miguel Corsini.

Llobet siguió diseccionando las causas de los problemas en la construcción de la línea, sobre cuyo futuro no duda, aunque sí lo haga sobre su presente. "La gente puede entender que haya retrasos en una obra de este tipo, lo que no puede entender es que la engañen". Y añadió: "Ya está bien de hablar del 2004. Si nos ponemos todos a trabajar juntos ahora mismo, tendremos suerte si llega en 2005". En su opinión, lo que Fomento tiene que hacer es dar ya una fecha creíble porque la que mantiene como buena no lo es. Eso sin tener en cuenta que la situación en Francia "no era buena y ahora es peor".

Llobet cree que el apoyo activo de España a la invasión de Irak es un factor añadido a otro que ya enfrió las relaciones con Francia: la concesión de los trenes a Talgo y Siemens. "¿Con qué criterios se hizo?", preguntó, dudando que fueran exclusivamente técnicos.

"Talgo no tiene tecnología de alta velocidad y el resultado es que el 80% de los componentes se fabrican en Alemania o donde sea; en cualquier caso, fuera de España. Lo que se hace en España es el ensamblaje". Un comentario que fue rematado por Joan Vallvé, ex consejero del Gobierno catalán e ingeniero: "En este viaje, el AVE ha perdido la E".

Para dar el contrato a Siemens y Talgo se dejó de lado a Alstom, que tiene tecnología de eficacia comprobada, dijo Llobet. Alstom, además, fabrica los trenes en Santa Perpètua de Mogoda. "Los hacen ingenieros catalanes y obreros catalanes". La concesión a Talgo, dijo, parece responder a "los intereses de algunos bolsillos españoles".

Un problema que tener en cuenta, aseguró, es que parte de los ingenieros de caminos que han trabajado en las obras de la línea de alta velocidad procedían del sector de las carreteras y las autopistas. "No es lo mismo una línea férrea que una carretera. Y menos si la línea férrea tiene que soportar la alta velocidad, en la que cualquier variación tiene repercusión", dijo Llobet.

El decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña cree que "el papel lo aguanta todo", pero luego las obras presentan problemas específicos. Llobet lamentó que los ingenieros de caminos estén molestos con las críticas de los ingenieros industriales a la línea de AVE, pero defendió que los colegios profesionales deben participar en el debate público dando argumentos y ordenando los datos de la discusión.