"El Madrid debe recuperar la autoestima"

El peor Madrid de la historia sigue pulverizando registros. Tras caer el sábado ante el Unicaja, ha cosechado tantas derrotas (14) como victorias y se encuentra octavo, a un puesto de quedarse fuera de la lucha por el título. Sasha Djordjevic, de 35 años, natural de Belgrado, intenta digerir la situación. Tras ser despedido del Barça, dirigió al Madrid durante tres años y fue uno de los artífices de la última Liga conquistada por el club, en 2000. Se niega a juzgar a sus ex compañeros o al técnico, Javier Imbroda. Y quiere volver: "Soy madridista", sentencia.

Pregunta. Menos mal que abandonó usted la nave a tiempo.

Respuesta. No es un buen momento para el equipo, pero no soy el más indicado para hablar del tema. Yo lo que tenía que decir lo dije en su día, en la cancha, dejándome la piel, porque para mí era un orgullo pertenecer al Madrid.

"El curso pasado no cumplí y me castigué renunciando a un año de contrato. Pero volveré"

"Los jugadores tienen que mirarse en el espejo y pensar si valen o no, si quieren o no hacerlo bien"

P. ¿Habla usted con gente de la plantilla?

R. Claro. Con Alberto [Herreros], con Tarlac...

P. ¿Y qué piensa de la situación?

R. Debería preguntárselo a ellos, ¿no?

P. Ya. Pero usted, como aficionado y como madridista, tendrá algo que decir.

R. Lo siento por los jugadores, por los que trabajan en el club, porque todos sufren. Cada uno quiere dar lo mejor de sí. A lo mejor lo están dando, o no. Yo puedo opinar como aficionado igual que usted como crítico. Me gustaría ver que los jugadores del Madrid crean que son buenos. Porque son muy buenos.

P. Pues no se lo deben de creer.

R. Cierto. Ya es hora de que recuperen la autoestima. Que salgan a la cancha y digan: "Somos mejores".

P. Si usted perteneciera al club, ¿qué haría?

R. Le voy a contar una cosa: yo el año pasado no cumplí. No jugué bien. Y me castigué a mí mismo. ¿Cómo? Renunciando al año que me quedaba de contrato.

P. ¿Qué está pidiendo? ¿Que lo haga alguien en particular?

R. Yo no pido nada. Sólo quise poner un ejemplo. Cada uno tiene que ser responsable y asumir las consecuencias de lo que hace o no hace. La gente tiene que mirarse al espejo y pensar si vale o no, si quiere o no hacerlo bien.

P. Es una medida drástica. Juego mal, luego me retiro.

R. No todo el mundo es capaz de hacer lo que hice yo. En realidad, nadie lo ha hecho. Mi mayor ilusión era y es retirarme en el Madrid. Porque yo todavía no me he ido del todo, ¿eh?

P. ¿Piensa volver?

R. Por supuesto.

P. ¿Al Madrid?

R. Si es al Madrid, mejor. Pero de eso prefiero no hablar.

P. Más allá de los jugadores o de Imbroda, ¿qué responsabilidad tiene el club en lo que ocurre?

R. Yo siempre he oído que el club no se preocupa del baloncesto. pero Florentino Pérez y Jorge Valdano van a muerte con la sección. Un bajón de resultados es normal. Lo malo es no saber llevarlo. Hay críticas, faltaría más, porque esto es el Madrid. Los jugadores tienen que saber dónde están. Mirar las gradas y ver que una se llama Brabender, otra Fernando Martín... Esa gente viajaba a Moscú y era recibida por una multitud. Y eso tiene que volver.

P. Fíjese los nombres que ha dado. Y luego la gente se identificó con Petrovic, Sabonis, Bodiroga o usted mismo. Ahora no tiene a nadie con quien identificarse.

R. Eso lo dice usted. Pero la gente no tiene que venir al Madrid cuando ya es una leyenda. Puede hacerse leyenda aquí. ¿O no se ha hecho Raúl? El Madrid te regala ambición, que es lo más grande del deporte.

P. Da la sensación de que algunos jugadores son burócratas. Su trabajo es jugar, no ganar.

R. Usted no ha visto a Herreros en el vestuario tras perder algún partido.

P. Pues, a principios de temporada, se le quiso despedir...

R. A mí me despidieron del Barça tras ganar la Liga y la Copa. Si estaba de acuerdo o no, ése era mi problema. Fue un ejemplo de profesionalidad. Y aquello me fortaleció como profesional. No todo el mundo tiene que estar de acuerdo con una decisión del club. Fíjese en lo de Redondo. Sólo quien tomó la decisión sabe por qué lo hizo. En cada club llega el día que te despiden, por las buenas o por las malas.

P. ¿No tiene este Madrid un brutal déficit de carácter?

R. Insisto: yo no le puedo contestar a eso. Yo le puedo hablar de mí. Tenía 16 años cuando entré en el Partizán y me peleé con el más veterano de la plantilla.

P. ¿Una discusión verbal?

R. No. A puñetazos. Y en el Madrid, Erik Meek, que medía 2,08, me arreó una y se la devolví. Quizá no lo hubiera hecho si me dicen antes que es cinturón negro de kárate. Ahora mismo pierde el Madrid y me cabreo. Yo sé lo que representa el Madrid.

P. Un equipo que ficha jugadores de perfil bajo, sin cantera...

R. A lo mejor hay que coger a un chaval de 15 años y meterle en el primer equipo. Pero ahora parece que el único objetivo de los jóvenes es llegar a la NBA. Van con 20 años, nadie sabe quiénes son. Antes llegabas con 28, tras consagrarte en Europa, en tu club, donde te acostumbrabas a ganar. Ahora van con 22 años. ¿Pero qué han ganado? No respeto a esos jugadores.

P. Es lo que hizo Raúl López.

R. Yo le aconsejé quedarse aquí. Éste era su equipo, aquí tenía minutos y a Sasha Djordjevic al lado. Para que le respetaran debía haberse ido tras ganar todo aquí.

P. Le ficharon para sustituir a Stockton.

R. Ni Raúl ni nadie puede sustituir a Stockton. Me encanta como jugador y como persona, pero se fue sin demostrar que era el mejor.

P. Quiere usted volver a jugar. ¿Cuándo? ?Dónde?

R. Cuando me den la nacionalidad española. Quiero retirarme en el Europeo de 2005, que se juega en Belgrado. Tengo ofertas del extranjero, pero prefiero jugar en España. Y mejor en el Madrid. Me siento madridista, mi hija va a nacer aquí... He sido extranjero 10 años de mi vida y aprecio lo que me han dado en esta ciudad

P. ¿Jugaría gratis en el Madrid?

R. Claro. Y en los Lakers y en los Celtics... Los jugadores de ahora deberían demostrar que jugarían gratis en el Madrid. Yo sé que lo harían.