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DE LA NOCHE A LA MAÑANA
Columna
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Todos los daños troncales

Esta primavera surcan los cielos españoles bombarderos de mucho poderío que llevan en sus bodegas más cantidad de explosivos de los que cualquier terrorista masivo se atrevería a imaginar

¿Y ahora qué?

Supongamos que, cautivo y desarmado el ejército de Sadam Husein, la muy restringida coalición internacional cumple sus últimos objetivos y da la guerra por terminada. ¿Y qué? Esa no era una guerra civil, aunque todas lo son a partir del periodo de entreguerras. Si el objetivo era liquidar una tiranía intolerable para los criterios democráticos, la pregunta es si esa contundente intervención de cirugía armada se va a extender a la multitud de naciones cuyos ciudadanos padecen la tiranía de tantos gobernantes sin complejos. No siendo faena lo que habrá de faltarle a esa interesada corporación transnacional, queda por ver si le dará un avisito a Berlusconi para salvar a los italianos de sus trapacerías, si sabrá evitar la habitual masacre de los kurdos donde quiera que se encuentren, si permitirá que Ariel Sharon siga lanzando oleadas de misiles contra los palestinos que apedrean sus blindados.

Ventajismo palabrero

Esta gente del pepé está mochales. ¿Pues no se les ocurre tildar a Rodríguez Zapatero poco menos que de terrorista y de alentar la violencia callejera, con la primorosa carita de primera comunión que tiene el chico? Entre esa pandilla de impresentables destaca la jeta de Javier Arenas, de nuevo adicto a la anciana dialéctica de los puños y las pistolas, enarcando su ceja inquieta y retrechera una y otra vez para asegurar con el mayor aplomo lo que sabe de sobra superchería de buscabullas. Otra artimaña desplegada por estos cerebros de postín consiste en fingir que lamentan esa supuesta deriva terrorista de los socialistas, como si no estuvieran a estas alturas tirando cohetes de alegría caso de ser ciertas esas arteras acusaciones. Todo para obviar lo evidente: que es José María Aznar y el peperismo en bloque quien ha metido a España en un ataque bestial, asesino y despiadado contra Irak. Eso es apoyar la violencia armada, y lo demás son cuentos sin futuro.

La guerra interminable

La verdad es que no se sabe bien de qué diablos va esta masacre disfrazada de guerra justiciera. Estando muy próximas a lo arbitrario las razones que han aconsejado desencadenar el ataque contra Irak, habrá que estar a la espera —una vez que en Bagdad no quede ni una sola efigie del tirano autóctono y su lugar lo ocupe el desparrame de las víctimas destripadas— de qué nuevo enemigo al que hay que destruir de manera inaplazable se dotarán los propósitos guerreros de lo más granado de la civilización anglosajona. ¿Le tocara el turno a Gaddafi? ¿Andorra y su manga ancha para el comercio de fin de semana se convertirán en un peligro para la estabilidad económica europea? ¿Bombardeará la aviación aliada la persistencia del secreto bancario en la discreta Suiza? ¿Aprovecharán para convertir la isla de Cuba en la perla caribeña de las colonias penitenciarias? ¿Tomarán Hondarribia para desalojar a los etarras?

El Papa vende

Los caminos de los señores son inexpugnables, así que desde hace muchos meses no hay ocasión en la que el Papa de Roma beatice, santifique o tome en consideración cualquier episodio de martirio por delirio interpuesto a la que no acuda ora José Luis Olivas, a deshora Paco Camps, a buenahora el ubicuo Eduardo Zaplana, cuando no es que acuden, o lo intentan, de una tacada esos tres pastorcillos juntos, tal vez a sabiendas de que Wojtyla no se encuentra en el mejor de sus momentos y que lo mismo confunde churras con merinas. Ahí es nada, la sección valenciana del trentismo haciéndose la foto reiterada con un polaco que lo mismo ha depositado todas sus complacencias en los desiertos de Mesopotamia, dios nos libre. Siendo más accesible que el chaval de los Bush para los políticos regionales, todavía no se ha mostrado la instantánea de la suela de los zapatos de hebilla de Zaplana compartiendo mesita de centro con las babuchas de Su Santidad, pero todo se andará.

Argumentario

Otra vez andan los cerebros privilegiados del partido en el gobierno estrujándose los sesos y mortificando los nuestros a la caza de términos neutrales para ocultar lo intolerable. La guerra contra Irak no existe, ya que se trata de una ayuda humanitaria al pobre pueblo iraquí (que, por cierto, no parece haberla solicitado), entre sus ventajas se cuenta, al decir de esa réplica en vivo de la Dama de Elche, Ana Palacio, que baja un céntimo la gasolina y suben las bolsas, y para liquidar a Sadam Husein se le hace pasar por un etarra cualquiera en el momento anterior a cometer un atentado. Todo para disfrazar que la masacre hasta ahora producida se debe a la agresión dictada por los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y España, todavía se ignora con qué intención inconfesada.

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