Irak marca el paso

La guerra no deja títere con cabeza en los sectores económicos. Todos están resultando afectados por los vaivenes de los mercados financieros, la caída de la confianza de los consumidores, los bruscos movimientos en el precio del petróleo y el endurecimiento de la financiación.

Si el conflicto dura más de 45 días, el peor de los escenarios, el PIB de Estados Unidos, dicen los expertos, podría caer en torno a 1,5 puntos, y el de Europa y España, en torno a un punto. El petróleo se situaría en 35 dólares, lo que generaría inflación y, para incentivar la economía, los tipos de interés caerían y se situarían en Europa aproximadamente en el 1,5%.

Si el conflicto fuera breve, la economía volvería a sus debilidades ya conocidas. Pero mientras se despejan todas las incertidumbres, la guerra ya pasa factura en todos los sectores. Los hay afectados a más corto plazo, como las líneas aéreas -las 11 principales de EE UU perderán este año más de 10.000 millones de dólares- y el turismo. Pero ninguno se salva de los efectos del aumento del crudo y el encarecimiento de la financiación. Ni siquiera las empresas que supuestamente podrían resultar beneficiadas de un conflicto bélico, como las de Defensa o las constructoras.

En cuanto a los mercados financieros, todas las bolsas pierden con respecto a primeros de año. Y los bancos no se atreven, siquiera, a hacer previsiones de negocio a fin del ejercicio.

Javier Taberna, presidente del Comité Hispano-Iraquí, explica en una entrevista que las relaciones comerciales entre los dos países mejorarán "al margen del resultado de la guerra". "No podemos estar peor que ahora", añade Taberna.