Espectáculo bochornoso
Simulacro de corrida la sexta de feria, que comenzó con escándalo y acabó tambaleándose. Los llamados toros, de Victoriano del Río, insignificantes de presencia, aparecieron en el ruedo con unos pitones bajo muy seria sospecha. Tanto era, que segundo y segundo bis chorreaban sangre por las mal llamadas en este caso puntas de los cuernos. Ambos volvieron a los corrales ante la bronca desatada en los tendidos. Un escándalo. Una vergüenza. La corrida, en fin, no tiene crónica que se corresponda con la naturaleza del espectáculo. Esos mal llamados toros adolecían también de fuerzas: se caían, se trastabillaban, se ahogaban.
Para El Juli, presunto culpable del desaguisado, fueron las respuestas más agrias del bendito público. Apenas se asomó con el sobrero de Rojas, y en el quinto, otro inválido, la gente no le guardó paciencia en una faena deslavazada.
Del Río, Rojas / Ponce, El Juli, Tejela
Cinco toros de Victoriano del Río y uno, 2º sobrero, de Gabriel Rojas, impresentables, sospechosos de pitones e inválidos.
Enrique Ponce: dos pinchazos, entera y descabello (división); entera trasera -aviso- y un descabello (ovación). El Juli: media estocada y descabello (silencio); pinchazo y media estocada (división al saludar). Matías Tejela: estocada (dos orejas); pinchazo y entera (ovación).
Plaza de Castellón, 28 de marzo. 6ª de feria. Lleno.
Ponce pasó de puntillas. Mató al primero a petición urgente del público e impuso su técnica al inválido cuarto. A favor de corriente, Matías Tejela se llevó el favor de la gente. Animoso y centrado en su primero, en una faena fresca y juvenil. Con el inválido sexto, se mostró con voluntad.
La bronca de despedida a El Juli declaraba la sentencia de culpable directo de espectáculo tan bochornoso.
Babelia
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