Una empresa de autobuses denuncia a la Ertzaintza que sus oficinas fueron tiroteadas

Las oficinas de una empresa de autobuses de transporte discrecional en Amorebieta recibieron el pasado viernes dos disparos, presumiblemente realizados con un rifle, en el incidente más grave ocurrido desde que se inició hace ya diez días la huelga indefinida de autobuses privados en Vizcaya. El incidente, según consta en la denuncia presentada por los responsables de la empresa ante la Ertzaintza, no causó heridos. Los dos impactos de bala afectaron a los cristales del local de la compañía.

"Afortunadamente, sólo hizo agujeros en los cristales", afirmó ayer Jesús Orbea, portavoz de la patronal. El ataque se produjo a las once de la mañana, según el atestado de la Ertzaintza, que está investigando lo ocurrido. Los disparos causaron dos orificios de unos 50 centímetros de diámtero en un cristal. "Parece claro que fueron disparos realizados de lejos", añadió Orbea.Los empresarios aseguran que, desde el inicio de la huelga indefinida, el pasado día 18, los autobuses han sufrido más de 70 ataques. En todos los casos han sido las que cubren líneas regulares, las únicas con servicios mínimos, pues el paro es total en el transporte escolar, de trabajadores y excursiones. "Continental Auto ha tenido 30 agresiones; Autobuses de Lujua, 16; Autobuses La Unión, 17 y Bilmanbus, 10", detalló el portavoz de la patronal.

Ayer tarde, un hombre de 50 años y otro de 53 fueron detenidos acusados de lanzar un rodamiento contra un autobús de viajeros al que rompieron una luna lateral, sin causar heridos, cuando viajaba por la Avenida Sabino Arana de Bilbao, según informó la Ertzaintza a Europa Press. A ambos se les acusa de un delito de daños y otro contra la seguridad del tráfico.

La patronal exigirá que cesen estas "conductas totalmente rechazables" antes de "mantener cualquier tipo de comunicación" con los huleguistas, señalaron ayer los empresarios en una nota tras su reunión del martes para analizar el conflicto.

Rechazaron las acusaciones de los trabajadores, que han negado su participación en los incidentes y sugirieron que la patronal podría estar detrás de ellos. "Estos argumentos son totalmente falsos y demuestran la imaginación sindical frente a la concreción del problema en su elemento esencial", dijo el portavoz.

La reunión sirvió para confirmar la postura empresarial de que sólo se reunirán con los sindicatos si cambian su propuesta salarial lineal (una subida de 180 euros mensuales por trabajador durante los próximos dos años) por otra porcentual "similar a otros convenios de la provincia o de comunidades limítrofes".

La patronal rechazó que los trabajadores sean flexibles porque su reivindicación salarial "se mantiene en la misma posición inicial, a pesar de conocer la imposibilidad material de las empresas" de poder asumirla. Los empresarios manifestaron su voluntad de reducir la jornada -los trabajadores piden 24 horas menos al año- y el mantenimiento o mejora del poder adquisitivo, "vinculando esta posible mejora a razones objetivas que se den en el sector".