"Mayor Oreja ha perdido el norte y sus iniciativas debilitan el constitucionalismo"

Patxi López (Portugalete, 1959) interrumpe la entrevista, el pasado jueves, para colocarse una pegatina en contra de la guerra y participar frente al Parlamento vasco en una concentración de protesta por los bombardeos sobre Irak. "Una guerra es el fracaso de la política. Me da vergüenza tener un Gobierno que ha implicado a España en un conflicto bélico ilegal, ilógico e ilegítimo y en contra de sus ciudadanos", dice.

Pregunta. La guerra, la crisis del Prestige... Aznar no es un buen compañero de viaje para Zapatero. ¿Lo es Jaime Mayor Oreja para el PSE?

Respuesta. No es un compañero de viaje. Con el PP coincidimos en la defensa de la libertad, la Constitución y el Estatuto, y en la lucha contra ETA en todos los frentes que permite el Estado de derecho. Pero, por debajo de todo eso, hay modelos de sociedad diferentes, hay izquierda y derecha, hay pésima gestión de la crisis del Prestige, hay AVE, y el PP nos ha metido en la guerra. Por eso vamos a ir sólos a los comicios con nuestros planteamientos.

"Es lamentable, pero PNV-EA pueden beneficiarse de la ilegalización de HB"

P. Pues Mayor no pierde oportunidad para repetir su oferta de listas conjuntas.

R. Veo a un PP nervioso en toda España y a un Mayor Oreja que ha perdido el norte y que sólo sabe vender esa alianza constitucionalista. Esa obsesión suya debilita el constitucionalismo porque juntos sumamos menos electorado. Le pido que deje ya ese argumento. El PSE no va a adoptar una estrategia conjunta con el PP en ningún caso.

P. ¿Y si una ofensiva brutal de ETA sitúa a las fuerzas constitucionalistas entre la espada y la pared antes del 25-M?

R. Ante esa situación, en el PSE hemos hablado de listas conjuntas, pero de todos los demócratas para enfrentarnos a ETA.

P. ¿Esa estrategia de Mayor pone en peligro la actual mayoría constitucionalista en Álava?

R. Álava es una pieza fundamental para frenar planes rupturistas del PNV.. Espero que sigamos siendo mayoritarios.

P. A un año del congreso que quebró al PSE, las heridas parecen suturadas. ¿Sigue pensando que su partido necesita muchos Elorza y Totorika?

R. Este es un partido plural, con un tronco común, y con matices que, bien armonizados, pueden sumar.

P. Dígame como puede armonizar las críticas de Odón Elorza a la ilegalización de Batasuna.

R. Ni yo ni la dirección del partido coincidimos con Odón. No puede haber partidos que amparen el terrorismo.

P. Cuando escuchó en septiembre la propuesta del lehendakari sobre la libre adhesión, ¿no pensó que el diagnóstico bueno era el de los críticos de su partido?

R. No, porque nuestra opción no era la de ir a pactar con el nacionalismo. Nosotros ganamos el congreso para forjar un PSE con personalidad política propia. Fijamos nuestra posición en el debate de autogobierno, con un modelo diferente al de los nacionalistas, pero también al modelo cerrado del PP. Frente a la aventura rupturista de Ibarretxe, presentamos un plan para la convivencia y la libertad; algo que no hizo el PP.

P. Sí, la teoría de los puentes. Pero es que la orilla nacionalista cada vez está más lejos. El PSE ya no modera al nacionalismo.

R. La política en Euskadi no puede hacerse constantemente desde la confrontación. Hay que entenderse en lo básico. Pero no para sacarle las castañas del fuego a nadie, sino para mejorar una situación que se nos está yendo de las manos a los políticos.

P. ¿Y se puede con este PNV?

R. Son los actuales dirigentes del PNV los que excitan la bandera de la autodeterminación o de romper el Estatuto. La sociedad vasca está preocupada por el terrorismo, el paro, la vivienda... Con esos dirigentes no hay nada que hacer porque sólo plantean soluciones para la parte más radical de los nacionalistas.

P. ¿En ese contexto, le incomoda al PSE el discurso sin concesiones de ¡Basta Ya!?

R. Han sabido transformar un pacifismo silencioso en la voz de una sociedad que no se calla y dice la verdad de lo que pasa aquí.

P. También plantea que aquí no hay condiciones democráticas para hacer elecciones.

R. Lo que viene a decir ¡Basta Ya!, y yo comparto, es que las elecciones se van a celebrar en una anormalidad democrática por la dificultad para confeccionar listas y hacer campaña ya que todos los consitucionalistas estamos en la diana. Pero la labor de los políticos es otra: poner las condiciones para que las elecciones se celebren. Porque ETA tal vez lo que quiere es que no se celebren o que algunos no podamos participar. Entrar en ese debate era desmovilizador para confeccionar las listas porque desmotiva a nuestra gente, que por cierto ha dado una lección de coraje. Vamos a tener listas en 46 municipios más que en 1999.

P. Algunos nacionalistas moderados que han oído a Ibarretxe explicar su plan creen que el lehendakari es como un frontón: oye las críticas, pero éstas rebotan.

R. Está bien lo del frontón, porque habla pero no escucha, y mucho menos saca conclusiones. Lo peor de todo es que dice que el plan nos acerca a la paz y que la consulta se celebrará sin violencia. Ibarretxe está engañando a la sociedad vasca. Primero, porque ETA rechaza su documento y, además sigue matando. La última víctima ha sido nuestro compañero Joseba Pagazaurtundua.

P. A muchas personas les impactó la imagen de Maite, la hermana de Joseba, y su discurso contra las "plañideras" del Gobierno y los "nacionalistas con corazón de hielo".

R. El Gobierno vasco no se implica suficientemente frente al terrorismo. El problema es que se quedan en las políticas pasivas, de protección. Cuando se ha llamado a su puerta para atacar al entorno de ETA con la Ley de Partidos u otra leyes, el nacionalismo no mueve un dedo.

P. Hay quien dice que el gran beneficiario de la ilegalización de Batasuna va a ser la coalición PNV-EA y el plan Ibarretxe.

R. La gran beneficiaria es la democracia. Aunque es verdad que vemos a un nacionalismo en primera línea de la manifestación para defender a ese mundo con un objetivo clarísimo: heredar electoralmente el mundo de Batasuna. Es lamentable, pero la coalición puede ser uno de los beneficiarios.

P. ¿Dónde está su perfil propio en el cierre de Egunkaria y las denuncias de torturas?

R. El cierre de un periódico es algo preocupante y el juez debería presentar cuanto antes las pruebas. Sobre las denuncias de torturas, lo mínimo que se puede pedir a quien las relata ante los medios es que luego vaya a los tribunales. Pero no lo han hecho.