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Reportaje:PERSONAJES

"Él es todavía el hombre"

A tres semanas del Masters, tercer triunfo de Tiger Woods, primer golfista desde 1930 que gana un torneo cuatro veces seguidas

"Él es todavía el hombre". Una frase que suena a rendición incondicional aunque, por supuesto, no lo sea. La pronunció el sábado pasado el surafricano Ernie Els, el segundo golfista en la clasificación mundial por puntos, al término de la tercera vuelta del torneo Bay Hill Invitational, en Orlando (Florida, Estados Unidos). Se refería, cómo no, al norteamericano Tiger Woods, el primero, que, con cinco golpes de ventaja sobre su compatriota Brad Faxon, se perfilaba como seguro vencedor, lo que confirmó ayer, por ¡once!, en la última: su tercer triunfo en las cuatro competiciones en las que sólo ha podido intervenir este curso.

"Él es todavía el hombre". Una frase que suena premonitoria sobre el desenlace del inminente Masters de Augusta, la primera cita del Grand Slam anual, del 10 al 13 de abril. Y es que la ambición deportiva de Woods parece haberse disparado precisamente por la osadía de Els de enseñorearse del panorama durante su ausencia forzosa por una operación de rodilla: la extirpación de un quiste. Sus dos victorias sucesivas en la apertura del circuito norteamericano, en Hawai, y otras dos más en Australia potenciaron en enero y febrero, en efecto, la candidatura de Els y las especulaciones acerca de si Woods, presuntamente fuera de forma tras su paro, habría encontrado por fin la horma de su zapato.

"Él es todavía el hombre". Una frase que complace a quienes siguen apostando de modo incondicional por Woods. Su primera coincidencia en esta temporada con Els en un duelo por golpes no ha tenido color. Ciertamente, Els se asomó en algún momento a los puestos de honor antes de bajar los brazos, al contrario que José María Olazábal, campeón del Masters en 1994 y 1999, y de Sergio García, que ni siquiera fue capaz de pasar el corte. Pero siempre lejos de Woods, que firmó una tarjeta con cuatro menos que él en el primer recorrido, con los mismos en el segundo, con seis menos en el tercero y con ¡nueve! menos en el cuarto. Con anterioridad ya habían participado a la vez en el Accenture Match Play de Carlsbaad (California), de las Series Mundiales. Pero en él no llegó a haber ni conato de pugna. Disputándose a hoyos ganados, en enfrentamientos de uno contra uno, Els defraudó al ser eliminado a las primeras de cambio mientras que Woods se paseaba, impertérrito, hasta el éxito.

"El es todavía el hombre". Una frase que se alimenta de récords y récords, los que bate casi cada semana Woods con exquisita tenacidad para enriquecer incluso sus estadísticas menores. Ayer, por ejemplo, se convirtió en el primer jugador de su tour desde el legendario Gene Sarazen en el Open de Miami de 1930 en imponerse cuatro veces consecutivas en el mismo torneo. Era, lo había confesado, un reto personal. Una guerra privada por su palmarés. Y, por descontado, Woods no se decepcionó. De ahí, su abierta sonrisa tras embocar la última pelota.

"El es todavía el hombre". Una frase que el sexagenario Jack Nicklaus, el mítico Oso Dorado estadounidense, rubrica. En una época en la que, en teoría, los triunfos son más costosos que en la suya porque el nivel general ha mejorado -gracias, entre otras razones, a las ayudas técnicas derivadas de los nuevos materiales de los palos y las bolas-, Woods ignora la competencia y amenaza su increíble plusmarca de 18 títulos grandes: seis del Masters, cuatro del Open de Estados Unidos, tres del Open Británico y cinco del Campeonato de la PGA norteamericana entre 1962 y 1986, entre sus 22 y sus 46 años. A sus 27 (30 de diciembre de 1975; Cypress, California), Woods ya ha coleccionado ocho -tres del Masters, dos del Open de Estados Unidos, uno del Open Británico y dos del Campeonato de la PGA- cuando a esa edad Nicklaus sólo llevaba siete. Recuérdese, además, que El Tigre ha sido el primero en adjudicarse los cuatro uno tras otro, aunque en sesiones distintas: entre junio de 2000 y abril de 2001.

"El es todavía el hombre"...

Tiger Woods, pensativo, ayer bajo la lluvia.
Tiger Woods, pensativo, ayer bajo la lluvia.REUTERS

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