Rojas-Marcos advierte del peligro de un PA domesticado y de la "atracción fatal del poder"
Los andalucistas celebran en Jerez el Día del Partido, con fuertes críticas a Pedro Pacheco
Los andalucistas llevaron ayer su maquinaria electoral a Jerez, donde gobierna desde hace 24 años Pedro Pacheco, ex militante y candidato del PA a la Junta en tres ocasiones. Casi 60 autobuses trasladaron a miles de afiliados de toda Andalucía con la idea de hacer ver que el PA "seguirá adelante, con Pedrito o sin Pedrito, en Jerez, Cádiz y Andalucía", dijo el secretario general y nuevo candidato autonómico, Antonio Ortega. En un discurso plagado de mensajes internos, el presidente del partido, Alejandro Rojas-Marcos, recordó que los andalucistas entraron en el Gobierno de la Junta siete años atrás para dar estabilidad a Andalucía y "no a nosotros". "Tenemos que evitar la atracción fatal del poder".
Hasta ahora la cúpula andalucista había sorteado en todos sus actos y comparecencias públicas las referencias a Pacheco, que abandonó la formación en 2001 por segunda vez tras una tortuosa crisis y refundó el PSA. La estrategia había sido la indiferencia. Ya no: la prueba de que el alcalde de Jerez está en el punto de mira es la celebración del Día del Partido en la ciudad donde éste lleva gobernando sin interrupción 24 años. "La tendencia de Jerez siempre ha sido andalucista y la vamos a disputar por encima de Pacheco", comentó un alto dirigente.
Para calentar motores, la dirección del PA había difundido en la víspera un sondeo de Metra Seis a encargo que coloca al PP por delante del actual alcalde. La fuerte entrada del equipo de Ortega en la arena electoral jerezana coincide con la operación de asedio político del PSOE -decidido a poner fin a una hegemonía que dura ya seis legislaturas- y, en menor medida, populares e IU. Coincide y cierra el círculo: el PA sabe que la principal preocupación de Pedro Pacheco son los votos que puede arañarle el hecho de que buena parte del electorado de Jerez le sigue identificando con las siglas de su antiguo partido.
Durante el mitin, casi todos los oradores se refirieron al gran ausente de una manera directa o indirecta. Antonio Ortega, cuyo avance hacia la candidatura de la Junta fue el inicio de la crisis que condujo a la salida de Pacheco, lo definió como un "soberbio" que no ha sabido ver el final de su ciclo político. Aunque, curiosamente, en lugar de referirse al escenario autonómico -donde realmente se produjo la disputa, con el jerezano y él mismo como protagonistas- llevó el asunto al terreno municipal: "Durante muchos años Pacheco ha dirigido Jerez de forma ejemplar y diferente, ha sido un gran alcalde, pero no ha sabido dar un paso atrás cuando se agotan los tiempos, y pasar el testigo a un compañero". "Por eso, cuando su soberbia se antepone a su ideología, la sociedad de Jerez se rompe y ya no le demuestra respaldo", agregó. "El PA seguirá adelante, con él o sin él, con Pedrito o sin Pedrito, en Jerez, Cádiz y Andalucía".
El discurso del presidente, Alejandro Rojas-Marcos, que fue presentado por la conductora del acto como el "máximo dirigente", sonó a aviso a navegantes en clave interna, después de la sucesión episodios que han proyectado la imagen de un PA oportunista y clientelar. Tras una introducción sobre la guerra y José María Aznar y lo que "corrompe" y "destruye" el ansia de poder, advirtió a su propio partido de los peligros de esta "atracción fatal" y de acabar domesticados. Dijo que en Andalucía el poderoso es el PSOE, que ha gobernado durante 20 años la Andalucía "adormecida". "No podemos olvidar que el PA entró en el Gobierno de la Junta hace siete años para darle estabilidad a Andalucía, no para darnos estabilidad a nosotros".
Juego limpio
El histórico dirigente añadió que no existe otro poder que el que se conquista con la adhesión del electorado y afirmó que, pese a que los socialistas "están mandando mensajes" de que aún con mayoría absoluta el Partido Andalucista tendrá un sitio en el Ejecutivo autonómico, "eso no lo hará nunca el PA, nunca accederemos a la pirámide del poder por un atajo, olvidando a la base", ya que supondría la entrega de "nuestra dignidad". "Un sillón es un instrumento de trabajo (...) Blas Infante dijo 'andaluces, levantaos', no que se sentara nadie". "Tenemos que estar vigilantes internamente para luchar contra la atracción fatal del poder, y eso se consigue con un partido fuerte, con armonía, juego limpio, carente de oscurantismo, con valor y respeto a los militantes, siempre que no pongamos la estrategia delante de la ideología. Esos que enloquecen con el poder confunden la estrategia con la ideología".
Del programa del Día del Partido se cayeron las actuaciones musicales en señal de duelo por el ataque a Irak. Terminó con el himno de Andalucía, una pancarta con un enorme "no" a la guerra y el grito de Rojas-Marcos de "¡Viva Andalucía libre!".
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