La oposición hace del último pleno de la legislatura un alegato contra la guerra

Sin defenderlas siquiera, el PP aprobó, sólo con sus votos, la Ley del Régimen Sancionador de las Viviendas Protegidas, la de Servicios Sociales, la modificación de la Ley del Deporte, la modificación de la Ley de la Cuenca del Manzanares y el dictamen de la Comisión de la Sociedad de la Información. Además, aprobó una proposición no de ley, de IU, para reconocer y amparar económicamente a los llamados niños de la guerra, aquellos que abandonaron España durante la guerra civil. Y todo en una sesión de apenas una hora, la última de esta legislatura.

El PP decidió ayer no intervenir en el pleno una vez que la oposición (PSOE e IU) marcó como estrategia no hablar en la Cámara de otra cosa que no fuera la guerra contra Irak.

Apenas se inició la sesión, el portavoz socialista, Pedro Sabando, pidió la palabra y anunció que su grupo permanecería cinco minutos de pie, en silencio, en protesta por la decisión de Estados Unidos, Inglaterra y España de atacar a Irak.

El presidente Alberto Ruiz-Galllardón hubo de contestar a la primera pregunta que le hizo el PP con los parlamentarios de la oposición puestos en pie. Sus palabras fueron un acto de despedida y un reconocimiento y agradecimiento tanto al personal de la Cámara, como a los mismos diputados que le mostraban pancartas contra la guerra.

Cuando el presidente de la Asamblea, el popular Jesús Pedroche, dio la palabra al disputado Franco González, de IU, éste aprovechó para cambiar su pregunta e inquirir sobre qué opinaba el Gobierno sobre el conflicto. Así, todas las preguntas y todos los parlamentarios. El Ejecutivo regional no respondió.

Cuando Fernando Marín, de Izquierda Unidad, subió a la tribuna para defender la proposición no de ley (PNL) pidiendo que el Gobierno estableciera medidas para reconocer y amparar a los llamados niños de la guerra, anunció que no lo haría y que prefería defender en esta tarde a los niños de la guerra de Irak. Como él se pronunció Antonio Chazarra (PSOE) que tachó de vergonzoso el papel de España en el conflicto. El PP se limitó a decir que aprobaría la proposición no de ley de IU. Y la aprobó sólo con sus votos. La oposición se negó a hacerlo.

Coalición de malhechores

Lo mismo ocurrió con las demás leyes. Especial crudeza tuvo el enfrentameinto de Julio Setién (IU) con el presidente de la Cámara, Jesús Pedroche. Setién calificó de "coalición de auténticos malhechores" a quienes habían declarado la guerra e insinuó que en ese calificativo incluía a quienes sostenían al Gobierno que participaba en esa guerra. Interpretó Pedroche que se refería a los diputados del PP y le exigió que retirara sus palabras. No lo hizo, aunque reiteró su respeto personal por los parlamentarios del PP y por el Gobierno de Ruiz-Gallardón.

Tras Setién, el socialista Francisco Garrido, en un tono ácido e indignado, avanzó que no podía defender la modificación de la Ley de la Cuenca del Manzanares, norma que amplía los límites de este parque. "Imagínense", dijo el parlamentario, "que ese parque está en Irak. Y que a los niños les enseñamos a respetarlo. Y luego, acudimos a destrozarlo. Esa coalición de la que ustedes forman parte arrasó ayer una planta potabilizadora, acabó con el agua que desde aquí queremos enseñar a respetar".

Lo mismo ocurrió con la Ley del Régimen Sancionador de Vivienda Protegida (norma que impone fuertes multas a quienes especulen con casas de protección oficial) -"están bombardeando casas más humildes en Irak", dijo Juan Ramón Sanz en una de las intervenciones más brillantes de la tarde-, con la Ley de Servicios Sociales -"la mejor lucha contra la pobreza es la paz"- y con la del Deporte (nuevas medidas contra la violencia en los campos de fútbol).

El socialista Francisco Contreras en tono irritado, sin dejar que le cortara sus palabras el presidente de la Cámara, añadió con sarcasmo: "Esta tarde, discutamos de la violencia en el deporte, cuando se ha desatado la mayor violencia que se puede concebir" [en referencia a la guerra].

Todas las leyes se aprobaron con los votos del PP y sin intervención de este grupo. Ruiz-Gallardón no abandonó ni por un instante su escaño y escuchó, muy serio, cada una de las invectivas de la oposición. Cuando se levantó la sesión, los parlamentarios de la oposición, puestos en pie, comenzarona cantar La Marsellesa. El socialista Adolfo Piñedo cerró el canto con un vibrante: "Vive la France".

Por su parte, el portavoz del grupo popular, Miguel Ángel Villanueva, criticó la política de "pancarta e insulto" que, a su juicio, mantuvo la oposición durante el pleno y acusó al PSOE de "ser gregario en la radicalización que mantiene IU". Lamentó que "el Parlamento, la casa de la palabra y del diálogo, se haya convertido en la casa de las voces y la pancarta"