Cuatro robos en un mes en la Fiscalía de Menores
Un joven consiguió huir anteayer por la falta de vigilancia
Las carencias de seguridad en la nueva sede de la Fiscalía de Menores, inaugurada el pasado 21 de febrero, ya se han hecho patentes: se han producido cuatro robos en sus instalaciones. Y además, un menor huyó anteayer del Grupo de Menores de la policía (Grume), situado en el mismo edificio, y fue hallado después deambulando por las oficinas de la Fiscalía, en la calle de Julián Camarillo (San Blas).
El menor se escondió en un baño de la fiscalía al oír las voces de los guardias que le buscaban. La sede de la Fiscalía de Menores se hallaba ubicada antes en un edificio de la calle de Bambú (Chamartín), pero la Consejería de Justicia de la Comunidad de Madrid, tras haberse hecho cargo de las competencias en materia de justicia, decidió trasladarla a un edificio de la calle de Julián Camarillo y agrupar allí a todos los organismos relacionados con esta jurisdicción (fiscalía, juzgados de menores y Grume) y que estaban dispersos por la capital.
Al acto de inauguración de la nueva sede asistieron el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, la consejera de Justicia, Paz González, y el fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, quien aplaudió la unificación, si bien advirtió de que ésta tenía "graves problemas de seguridad". Paz González se comprometió a solventarlos en cuestión de una semana.
Ha pasado casi un mes desde aquella promesa y los problemas de seguridad siguen sin resolverse. De hecho, según fuentes cercanas a la fiscalía, ya se han producido cuatro robos, en los que han desaparecido ordenadores y carteras con dinero de trabajadores. Pero lo que más preocupa a sus responsables es que, si no se ponen ya medidas, puedan desaparecer expedientes judiciales.
Ante esta situación, funcionarios y sindicatos judiciales han elaborado un escrito, que han remitido a González, en el que se quejan de la ausencia de medidas de seguridad en las nuevas instalaciones y piden soluciones urgentes.
El fiscal de Menores de Madrid, Justino Zapatero, explicó ayer: "Tengo conocimiento de esas quejas y, ciertamente, tenemos una gran preocupación por este asunto, ya que la situación que se denunció durante la inauguración del edificio sigue prácticamente igual, pero con la agravante de que ahora ya hemos sufrido robos". En este momento sólo hay tres vigilantes de seguridad para custodiar las instalaciones de la fiscalía y los juzgados de menores. "Y harían falta, por lo menos, cinco más", señala un vigilante.
En la actualidad, la sede comparte aparcamientos y otras instalaciones con varias empresas privadas, según un informe de la Fiscalía de Madrid. Además, una de las entradas al edificio es común para funcionarios y empleados de las otras empresas. "Hay una garita y un vigilante, pero éste pertenece a una empresa privada, ajena al recinto judicial, y lógicamente no tiene obligación de registrar a nadie", señalan fuentes jurídicas.
Además, desde el aparcamiento, que es compartido por el edificio de menores y otras empresas, la vigilancia no es permanente, con lo cual una persona podría subir a cualquier planta del edificio judicial sin tener que franquear ningún control.
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