El juez deja en libertad a 7 de los 8 detenidos en relación con Al Qaeda

El juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco dejó en libertad a siete de los ocho detenidos en Cataluña el 25 de enero en relación con Al Qaeda y que ayer declararon ante él. El magistrado considera que no hay elementos suficientes para mantenerlos en prisión y ni existe riesgo de fuga, por lo que acordó su libertad. Únicamente mantuvo en prisión a Mohamed Amine Benaboura para que la policía pueda completar unos flecos de su investigación.

Hoy declararán los ocho presuntos salafistas restantes, hasta completar los 16 detenidos, que llevaban casi dos meses en prisión y a los que se incautaron una serie de sustancias sospechosas que resultaron ser inocuas. El magistrado interrogó a Smail Boudjelthia, los hermanos Alí y Sohuil Kouka, Youb Soudi, Amin El Ghzaoui, Majid Alhoujad, Mohamed Benammou y Mohamed Amine Benaboura, alias Zacarías y Ferji. Todos quedaron en libertad, excepto el último, aunque el juez mantiene para todos la acusación de colaboración con banda armada y ha acordado que deben presentarse semanalmente en la comisaría o juzgado más próximo a su domicilio.

El magistrado, a petición de la policía y con el visto bueno del fiscal, acudirá a Francia a interrogar a los presuntos terroristas islámicos cuya detención originó la redada de Cataluña. Ayer, los siete primeros detenidos fueron interrogados por su relación con Benaboura, titular del piso de Banyoles (Girona) donde vivían los hermanos Kouka y Boudjelthia, y que supuestamente tuvo problemas con el Gobierno de Argelia.

La detención de Benaboura había sido reclamada por el juez francés Jean Louis Brugiere -aunque luego no reclamó su extradición-, ya que uno de presuntos terroristas islámicos detenidos en Francia había estado trabajando una temporada como carpintero en Banyoles y se había alojado en el piso de Benaboura. Precisamente, en las fechas en las que el presunto terrorista islámico fue detenido en Francia, Benaboura cambió de domicilio desde Banyoles a Olot, donde mantuvo relación con otros de los detenidos.

Todos los presuntos integrantes del Grupo de Partidarios de la Corriente Salafista, supuestamente vinculada con Al Qaeda, que declararon ante el juez negaron cualquier relación con la organización de Bin Laden. Benamoura dijo que él no había tenido problemas con el Gobierno argelino, sino su familia y cuando él era pequeño, por presunta relación con el Frente Islámico de Salvación (FIS), aunque reconoció haber pertenecido hace tiempo a la Falange Forkane (grupo integrista argelino).

Explicó que la mochila con cables y teléfonos móviles modificados se la había facilitado un amigo que tiene un puesto de telefonía en el Rastro de Barcelona y que los vídeos sobre acciones militares que se le incautaron eran para estar informado. El juez decidió mantenerle en prisión mientras concluyen las investigaciones policiales y le acusa de tener útiles para la falsificación de documentos que serían destinados al terrorismo islámico en Francia y España.