"Volvería a tirarlo así"

"En aquel momento, yo solo, delante del balón, estaba convencido de que tirándolo así lo marcaría. No pensaba ni en la posición del equipo ni en nada. Engañé al portero, pero no al poste. Habrá quien piense que fue una temeridad, pero si se repitiera la misma situación volvería a tirarlo así". Emilio Viqueira, centrocampista del Recreativo, de 28 años, no se considera ni un valiente ni un suicida, dos términos que definen con precisión lo que hizo el pasado domingo. Corría el minuto 54 y el árbitro señaló un penalti favorable al Recreativo en su visita al Betis. Viqueira se fue derecho a por el balón. Lo clavó en el punto de cal y se dispuso a colocarlo entre los tres palos. Falló. Lanzó al estilo Panenka, esperando a que el portero se venciera a uno de los lados y golpeando la pelota abajo, para que hiciera una parábola y entrara frenada. No entró. No ganaba el Recre el partido, de hecho perdía 1-0 (luego lograría el empate), ni está el cuadro onubense para regalar puntos, siendo colista.

Viqueira no pensó en esos detalles. Ni valoró la que podía caerle de fallar el lanzamiento por utilizar una suerte de enorme riesgo. "Es uno de los tres o cuatro jugadores de más talento de España", le defiende su técnico, Lucas Alcaraz, que añade: "Además es el mejor pasador que hay en esta Liga. Lo que ha hecho Emilio, bien hecho está. Debería llevar 500 partidos en Primera". Pero no los lleva. Lleva 47. Los 21 que ha jugado esta temporada con el Recre y los 26 en los que defendió la camiseta del Depor. Allí se le pegó la afición al riesgo, viendo cómo Djalminha intentaba el más difícil todavía en cada entrenamiento. Aprendió a imitar al brasileño a la hora de lanzar penaltis, pero el domingo la imitación le salió torcida. "No me arrepiento de lo que hice. Yo veo así el fútbol, como un arte en el que hay que improvisar. Seguro que a los amantes del espectáculo no les ha parecido mal".

Pero quizá a los aficionados del Recre no les haya hecho tanta gracia. "Pues habrá de todo. Tienen motivos para estar mal, como lo estoy yo. Habrá quien piense que es una temeridad lo que hice, pero en esta misma jornada Ismael [jugador del Racing] ha lanzado un penalti a las nubes y a uno del Valencia [Fabio Aurelio] se lo paró el portero. Y lo tiraron digamos de un modo más clásico. Para mí era la mejor opción, aunque creo que se le está dando demasiada repercusión. Eso es lo bonito de esto".