"Ronaldo no me gusta porque siempre quiere ser él, él y él"
Lleva tan metida Cataluña en el corazón que tiene contratado en su casa norteamericana un cocinero catalán. Hristo Stoichkov, el mejor futbolista búlgaro de todos los tiempos, acaba de cumplir los 37 años y aún no piensa en la retirada, aunque sí le gusta hacer repaso de sus casi ocho temporadas en el Barcelona, sobre todo las cinco de ensueño del Dream Team. Ahora vive entre Chicago, donde jugó el curso pasado y tiene todavía a su familia, y Washington, donde acaba de fichar por los D. C. United en su novedosa función de delantero y segundo entrenador.
Pregunta. Si menciono Dream Team, ¿qué es lo primero que se le viene a la mente: Johan Cruyff, la juventud perdida, algun compañero, un estilo de jugar...?
"Por trayectoria, partidos jugados, títulos ganados..., Raúl está por encima de todos"
"Los directivos del Barça son unos petardos, gente que no entiende de fútbol"
Respuesta. Alegría, alegría, alegría para los catalanes que aman el fútbol. Fue una época muy importante para el fútbol español y mundial en la que todos estaban enamorados de ese Barça. Los jugadores amaban la camiseta y era mucho más fácil disfrutar.
P. ¿Podría concretar en una anécdota, en un pequeño detalle, algo que ilustre esa época dorada azulgrana?
R. Horas antes de jugar el partido de la final de la Copa de Europa contra el Sampdoria, en 1992, muchos jugadores nos fuimos a jugar al golf. Fíjese cómo estaríamos de preocupados. Luego, ganamos. El equipo vivía de sus posibilidades. No se preocupaba tanto.
P. ¿Por qué cree que el Barcelona no ha sabido despedir ni mantener mucho tiempo a las grandes estrellas mundiales de las que ha disfrutado?
R. Porque son unos petardos [los directivos]. Son gente que no entiende de fútbol. No saben hacer a los jugadores felices. Nosotros sí les hemos hecho a ellos felices, sacándoles en las fotos, saliendo en las fiestas. Ellos no podían agradecer eso. Siempre se escondían. Pero eso no es de ahora. No me sorprende lo de los últimos años. Eso ha sucedido desde que existe el Barça. Ellos viven de sus recuerdos, de estar un año en el balcón de la Generalitat. Pero, como no han jugado nunca al fútbol, no saben cuánto se suda o los nervios que pasa un futbolista.
P. ¿Ante qué jugador de su equipo o rival se ha planteado alguna vez quedarse parado y soltarle: "¡Tío, pero qué bueno eres!"
R. Ante ninguno.
P. ¿Esta experiencia nueva en Estados Unidos, como jugador y entrenador, se la plantea como un banco de pruebas para llegar a dirigir en el futuro a algún importante equipo europeo como el propio Barcelona?
R. Yo nunca hago planes de futuro. Dios verá dónde podemos llegar. Lo más importante para mí es prepararme paso por paso, tranquilamente. Hay muchos jugadores que han terminado de jugar, mañana están de entrenadores, tienen un fracaso y ya nadie quiere saber nada de ellos. Yo he luchado veinte años para estar arriba y no quiero perder eso por dos días de gloria.
P. ¿Alguna vez ha tenido la tentación, tras ver una mala actuación de un entrenador, que le había situado mal o había hecho una mala alineación, de acercarse a la banda y decirle: "Yo, así, no juego"?
R. En la buena época estaba un poco enfadado porque quería jugar más y Johan me cambiaba, pero al final comprendí que él buscaba el bien del equipo o que yo estuviera más fresco para otro partido. Lo que no aceptaba era la manera de ser de Louis van Gaal, que me decía que o jugaba defensivamente o no salía. Era algo muy estúpido por su parte, pero era porque él nunca había jugado en un equipo importante y siempre decía cosas raras.
P. ¿Qué tipo de relación mantiene con Cruyff?
R. Hablamos cada semana.
P. ¿De Van Gaal imagino que no le ha quedado ningún recuerdo bueno?
R. Para mí es "todo negativo, nunca positivo". De él no aprendí nada porque no me dio tiempo para seguir disfrutando de mi fútbol allí. Hizo un equipo desastroso. Quiso despedir a todos los futbolistas de la época de Johan. ¿Yo qué puedo aprender de él después de jugar 20 años, de haber ganado títulos importantes? Nada.
P. En su nueva faceta de jugador y entrenador, qué es lo primero que le exige ahora a un jugador de su equipo: que se entregue en el campo o que resuelva con una genialidad?
R. Primero, que tiene que entrenarse con ganas de lunes a viernes porque el sábado son sólo 90 minutos.
P. Escuchándole, no parece el Stoichkov que conocimos en España, dado a las excentricidades.
R. Puede ocurrir en un partido que haces un túnel, regateas a dos o tres y luego marcas un gol, pero eso no lo puedes sostener durante 90 minutos.
P. Si pudiese volver a empezar, ¿se quedaría con su carácter indomable o lo cambiaría por una zurda de seda?
R. Yo prefiero tener carácter porque así puedes ganar partidos, puedes trabajar y mejorar.
P. Puestos a elegir, ¿se quedaría con Romario, con Laudrup o con Ronaldo, que ahora parece otra vez en la cresta de la ola?
R. A mí nunca me ha gustado Ronaldo. Es un buen futbolista, pero me quedo con Romario.
P. ¿Por qué? ¿Hay algún detalle técnico que justifique esa elección?
R. A mí no me gustan los jugadores individualistas. Yo no tengo buen feeling [sensación] hacia un futbolista que sólo juega para él mismo y no mira para los demás. Nunca me ha gustado esto, un individualista que siempre quiere ser él, él y él. Romario también ha hecho cosas importantes y yo disfruto mucho más con él.
P. ¿Ahora mismo hay un número uno indiscutible en el mundo del fútbol?
R. Hoy mismo sí que Raúl es indiscutible en todos los aspectos. Por trayectoria, por partidos jugados, por títulos ganados, está por encima de todo el mundo. Pero como sabemos cómo se maneja todo eso, con empresas y muchos intereses, Ronaldo está ahí y Zidane también. Pero yo creo que en los últimos años Raúl se merecía el Balón de Oro.
P. Esta opinión, dicha por un barcelonista, parece más fuerte.
R. Yo nunca me he escondido y tengo que decir la verdad. Y me pregunto: ¿por qué Ronaldo gana el Balón de Oro? ¿Porque jugó unos pocos partidos en una Copa del Mundo? Raúl jugó 80 partidos en el año y su equipo llegó a las finales. Pero como España fue eliminada en el Mundial ya no pudo ganarlo. El problema es que no se sabe valorar un trabajo de años y años.
P. En su experiencia norteamericana, ¿ha aprendido algo exportable para el fútbol europeo o es otro nivel muy inferior? ¿El mejor equipo en Estados Unidos en qué nivel estaría en la Liga española?
R. El nivel es inferior, pero en los tres últimos Mundiales la selección estadounidense ha hecho un buen papel, especialmente en el último. Cada vez salen más jugadores para Europa. Esto acabará siendo bueno. Un buen equipo de aquí estaría en la mitad de la tabla en la Liga española.
P. ¿Cuál ha sido la pillería más grave que ha hecho en su carrera profesional como jugador?
R. Me recuerdo ahora escondiéndome tras un partido Madrid-Barça en el que mis compañeros me preguntaron si yo realmente había pisado al árbitro. Yo tenía miedo de contar la verdad y... mentí. Luego, cuando salió en la televisión, pasé mucha vergüenza.
P. ¿Qué hay de cierto en esa leyenda de que en aquella época del Barca había también mucha juerga después de los partidos?
R. Eso son cosas privadas. Yo sólo permito que se me juzgue por lo que hago en el campo. En mi vida privada no le permito a nadie que se meta, como yo tampoco lo hago en la de los demás. Algunos quieren saber si yo bebo una botella de vino o de whisky y eso es una cosa privada.
P. ¿Qué remedio tienen las crisis recurrentes del Barca?
R. Primero, se tiene que ir todo el mundo. Por el club han pasado miles de jugadores, decenas de entrenadores, presidentes... Pero el club sigue ahí. El problema es que las cosas no se hacen bien. No se sabe fichar. Y lo primero que hay que hacer es cuidar más la cantera, no echar precisamente a los que más sienten los colores. Muchos vienen de fuera sólo para cobrar. El clima en Barcelona es bueno, se come bien, tienes un contrato que te puedes resolver la vida... Eso hay que liquidarlo.
P. ¿Hay algún jugador que haya visto, en cualquier Liga, en el que ha pensado cómo próximo fichaje imprescindible del Barca?
R. Si fuera el entrenador del Barça, Cruyff ya sabría a quián tendría que fichar.
P. ¿Pero hay alguna posibilidad real de que Cruyff pueda volver a ser entrenador del Barça?
R. Yo creo que en este momento no. Pero nunca se sabe lo que puede pasar el día de mañana.
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