Las propuestas de puertos deportivos se multiplican tras la saturación de Baleares

La fiebre desatada en los últimos meses por ampliar los puertos deportivos para incrementar la oferta de amarres está teniendo las primeras consecuencias. La saturación en Baleares ha desviado muchas embarcaciones hacía el litoral valenciano. Según varios informes con 45 puertos deportivos la Comunidad Valenciana se sitúa en el segundo lugar en España en número de instalaciones, y ocupa el tercer lugar en la oferta de amarres, que alcanza los 16.000. Ecologistas y grupos conservacionistas advierten que esta política tendrá "serias consecuencias" medioambientales.

Un largo rosario de puertos deportivos jalona el litorial valenciano. Las cifras más actuales sitúan a la Comunidad Valenciana en el segundo lugar, por detrás sólo de Baleares que tiene 62 puertos deportivos, a la cabeza en oferta portuaria deportiva. Con 45 puertos y una oferta de 16.000 amarres, que se ha incrementado en un 80% durante los últimos diez años, se abre un atractivo mercado turístico. El presidente del Club Náutico de Alicante, y ex presidente de la Asociación de Clubs de la Costa Blanca, Máximo Caturla, argumenta esta situación en que "la bonanza económica ha hecho que la gente se aficcione al mar". Según uno de los representantes de los 22 puertos deportivos de la provincia de Alicante, "la saturación que ha experimentado Baleares, y la posición estratégica de Alicante, a tres horas en coche de Madrid, han convertido este litoral en el preferido para muchos".

Al incremento espectacular en la oferta del número de amarres, hay que sumar los datos de matriculación de embarcaciones. Según los datos del Ministerio en el año 1989 fueron 10.261 las embarcaciones matriculadas. Diez años más tarde fueron 20.269. "Estas cifras demuestran por qué se ha desatado una verdadera fiebre especuladora para ampliar puertos deportivos", declaró Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción. Según sus datos los proyectos de modificación o ampliación de instalaciones portuarias están "habitualmente ligados a grupos inmobiliarios fuertes que tienen intereses concretos en urbanizar el litoral". Arribas plantea una racionalización en la solicitud de ampliación de puertos. "Es mejor ampliar un puerto que construir otro nuevo", contesta Máximo Caturla, que minimiza el impacto medioambiental de estas instalaciones, y tiene claro que "no podemos saturar estas instalaciones".

"Es evidente que algunos no se conforman sólo en urbanizar la costa, van un poco más allá y construyen en el mar, saturando los puertos", lamenta Miguel Ángel García, portavoz de WWF/Adena en Alicante, quien observa una cierto "colaboracionismo" de algunas administraciones para impulsar la ampliación de estos puertos.

En 1989 el Consell aprobó el Plan de Puertos que introducía unas medidas conservacionistas del entorno natural y planteaba la optimización al máximo de las dársenas interiores. Pero en diciembre de 1999 se modifica por decreto este Plan, y según García, "deja la puerta abierta a que se amplíen estas instalaciones deportivas".

En marzo de 2002 se publica definitivamente una resolución que modifica el Plan, y deja claro que "es preferible ampliar un puerto que construir uno nuevo", explica el portavoz del grupo conservacionista. García cree que esta modificación "ha pervertido el espíritu inicial del Plan". Grupos ecologistas y conservacionistas aseguran que las obras de ampliación tienen graves daños medioambientales, contaminan el agua, provocan mayor tráfico de embarcaciones y dañan el medio marino.

Sin embargo, estas críticas no preocupan en exceso al diputado de Turismo, y presidente del Patronato Costa Blanca, Matías Pérez Such, que ha emprendido una campaña promocional de Alicante como destino turístico náutico de lujo y calidad. Vídeos promocionales de los puertos, gestiones con agencias para vender las "Marinas deportivas" y la presencia de esta oferta en varias ferias especializadas de Barcelona y Madrid demuestran el interés del Patronato en esta oferta. "Tenemos buenas instalaciones, un clima excelente y este tipo de turismo añade un valor a nuestra oferta tradicional", explica el diputado del PP.

Matías Pérez Such asegura que esta industria "mueve unas cifras económicas importantes y genera una imagen de destindo de calidad". Según un informe del Patronato el 65% de los clientes de las estaciones náuticas son varones, con un alto poder adquisitivo, entre 26 y 35 años, y con un gasto medio diario entre 24 y 48 euros. Un 70% de estos clientes come en restaurantes, un 53% realiza compras y un 50% acude a locales de animación nocturna.