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Reportaje:AMENAZA DE GUERRA

Convoyes bajo estrecha vigilancia

La OTAN escolta el paso por Gibraltar de buques con material militar de EE UU para el golfo Pérsico

Miguel González

Durante la Guerra Fría, la OTAN planeó la escolta de los grandes convoyes que debían cruzar el Atlántico para reforzar la defensa de Europa en un eventual conflicto con el Pacto de Varsovia. Lo que nunca pensó la Alianza es que esta operación se pondría en práctica en Gibraltar, y que el destino de los convoyes no sería Europa, sino el golfo Pérsico.

A media mañana del viernes, la fragata española Numancia, la portuguesa Vasco Da Gama y la estadounidense Halyburton, junto al patrullero español Barceló, encuadrados en la Flota Permanente de la OTAN para el Atlántico, acudieron a un lugar previamente fijado en alta mar, al oeste de Tánger (Marruecos), para encontrarse con tres buques cargados con material militar de EE UU: el Watkins, de 62.000 toneladas; el Cape Race, de 50.000, y el Pless, de 49.000.

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Los dos primeros pertenecen a la fuerza de transporte y reserva del Pentágono y son buques Ro-Ro, con rampa para el embarque de vehículos. Durante las casi dos horas que duró el tránsito por el Estrecho, a una velocidad constante de 18 nudos -la máxima del más lento de los buques-, un avión P-3 Orion y un helicóptero Sea King permanecieron en el aire vigilando a los 18 barcos que en ese momento navegaban por la zona. Especialmente, a un carguero de cabotaje con bandera de Argelia que se cruzó en su camino.

El Estrecho, una de las vías más transitadas del mundo, es una auténtica autopista marítima, con un carril de ida, poniente-levante, que pasa a sólo tres millas de la costa marroquí, y otro de vuelta, paralelo al litoral español.

La misión oficial del dispositivo es proteger estos barcos, que carecen de armamento, de un hipotético ataque con una lancha cargada de explosivos -como los que sufrieron el destructor

USS Cole y el petrolero francés Limburg en Yemen en octubre de 2000 y 2001, respectivamente- cuando navegan cerca de tierra y resultan más vulnerables.

Por razones de seguridad, y también para evitar las acciones de protesta contra la guerra que realiza el buque insignia de Greenpeace, el Rainbow Warrior, no se informa del lugar donde se citan los buques de escolta con sus protegidos, ni tampoco del punto donde se les retira la protección, al este de Ceuta, tras navegar juntos unas 25 millas. Es el mismo lugar donde recogieron el viernes a dos mercantes de bandera chipriota que regresaban, ya de vacío, rumbo al Atlántico.

Desde que el pasado 9 de febrero se puso en marcha el dispositivo -primero, por un acuerdo bilateral entre España y EE UU y, desde el pasado lunes, bajo control de la OTAN- más de un centenar de buques ha sido escoltado. Para evitar confundir a una patera de inmigrantes con terroristas de Al Qaeda, el tránsito se realiza sólo en horario diurno.

El único sobresalto se produjo a finales del mes pasado, cuando una embarcación semirrígida con dos motores fueraborda se lanzó a toda velocidad hacia uno de los convoyes. "Salió de la bahía de Algeciras y la detectamos a cinco millas de distancia", explica el comandante de la Numancia, Salvador Delgado. "El helicóptero se situó sobre ella y la obligó a detenerse. Avisamos a la Guardia Civil y más tarde nos dijeron que eran traficantes de droga".

Sin embargo, la única baja no ha sido consecuencia de ningún ataque, sino de fuego amigo. La fragata portuguesa golpeó la semana pasada a la española Victoria, buque insignia de la flota de la OTAN, mientras realizaba el atraque en la base de Rota (Cádiz). Los daños no fueron importantes, pero dejó el barco temporalmente fuera de combate.

Un infante de Marina observa al patrullero <i>Barceló</i> y al buque <i>Cape Race </i>a su paso por el Estrecho.
Un infante de Marina observa al patrullero Barceló y al buque Cape Race a su paso por el Estrecho.EFE

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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