Celia regresa al Ayuntamiento
Villalobos queda imortalizada como alcaldesa con la inclusión de su retrato en la Casona del Parque
Pese a algún que otro disgusto, la ex ministra de Sanidad, Celia Villalobos, guarda de su paso por el Ayuntamiento de Málaga los recuerdos más gratos de su vida política. "Ningún secreto del Consejo de Ministros es equiparable al honor de ser alcaldesa de tu ciudad", dijo ayer, cuando regresó a la Casona del Parque, sede del consistorio, para asistir a la colocación de su retrato en el pasillo que da al Salón de Plenos.
Es la primera mujer que se asoma a uno de esos retratos, y el pintor que eligió para inmortalizarla, Félix Revello de Toro, ha captado su actitud decidida. "En general, a mí no me gustan mis retratos, pero tengo que reconocer que éste es excelente, y que me ha quitado los dieciséis kilos que me sobraban cuando me lo hizo", bromeó ayer la ex alcaldesa, que compareció sin aquellos kilos de más y muy favorecida con un traje de chaqueta tipo Chanel en tonos claros.
Villalobos, que mantuvo un porte discreto y emocionado en todo el acto, no se olvidó de mencionar a nadie. Hizo que salieran a posar con ella junto al cuadro su marido, Pedro Arriola, y dos de sus hijos. "La que falta está de exámenes, la pobre", explicó. Tuvo palabras de agradecimiento para el actual alcalde, Francisco de la Torre, para las asociaciones de vecinos, las de mujeres, las peñas, las agrupaciones de Semana Santa, para los concejales que formaron parte de su equipo, y hasta para la dirección provincial de su partido -con la que no siempre ha mantenido buenas relaciones- y para los ediles del PSOE, varios de los cuales acudieron al acto en su honor. "Me han dado algún disgusto pero hicieron una oposición leal", dijo.
Aunque reconoció que a veces es "demasiado fácil de palabra", tampoco ayer pudo evitar romper el protocolo. Lo hizo cuando mostró al presidente de Unicaja, Braulio Medel, su agradecimiento por participar en la financiación del Centro de Arte Contemporáneo, uno de los proyectos que impulsó. "Braulio, me alegro de que estés aquí conmigo, porque sólo tú sabes lo que me costó sacarte los 500 kilos para el CAC, aunque cuando estás en otro sitio ves cuánto es eso y te das cuenta de que Braulio tiene corazón", bromeó ante un Medel azorado.
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