Las subidas de las gasolinas, hostelería y tabaco elevan al 3,8% la inflación en febrero
El aumento de precios en los carburantes neutraliza las mejoras en alimentos frescos y vestido
La inflación se desvió el mes pasado del camino descendente con que arrancó el año. El índice de precios al consumo (IPC) creció dos décimas con respecto a enero y alcanzó el 3,8% en los últimos 12 meses, una décima más que en enero. El encarecimiento de los precios del petróleo ha motivado gran parte de esta subida, además de las subidas en cafeterías, restaurantes y tabaco. La inflación que excluye los elementos más volátiles (energía y alimentos frescos) también se aceleró en febrero, hasta el 3,3%, pese a lo cual el Ministerio de Economía dijo confiar en que los precios se moderarán antes del verano.
La evolución de la inflación en los últimos 12 meses -3,8%, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE)- supone un empeoramiento con respecto a enero. El IPC consiguió entonces bajar al 3,7% después de cerrar el año 2002 con un 4%, el doble del objetivo previsto por el Gobierno. En febrero de 2002, la inflación se encontraba siete décimas por debajo de la actual, pese a que ahora la desaceleración económica es más intensa.
El principal motivo reside en el encarecimiento del petróleo. Con el barril de crudo brent, de referencia internacional, en torno a 33 dólares, todos los productos energéticos han disparado sus precios. El grupo carburantes y combustibles se encareció un 1,8% sólo en febrero y se disparó al 8,6% en los últimos 12 meses. Desde agosto de 2002, los carburantes y combustibles registran incrementos por encima del índice general.
El segundo mayor impacto fue el de restaurantes, bares y cafeterías y, el tercero, el del tabaco, que en un solo mes aumentó un 1,8% y un 7,7% en el último año. La subida aplicada recientemente al tabaco negro explica en gran parte el aumento mensual. La escalada de precios en ese producto, situación de monopolio de hecho, se remonta a septiembre de 2000, con subidas por encima del 4%.
El Gobierno se esfuerza por explicar los datos de febrero como una coyuntura ligada al precio del petróleo, y espera, según aseguró ayer el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, que la moderación llegue entre los meses de mayo y junio. Pero las tendencias de fondo de la inflación lo ponen otra vez en duda. La inflación subyacente -excluye alimentos frescos y energía- se aceleró una décima, hasta el 3,3%, debido a las subidas en tabaco, enseñanza y viviendas en alquiler.
Mejora en los hoteles
Pese a su fuerte impacto en el IPC de febrero, el sector de hostelería ha moderado sus precios si se compara con un año antes. La tasa anual de cafeterías, bares y restaurantes bajó del 5,2% en enero al 4,7% en febrero. El retraso de la Semana Santa este año puede haber frenado las subidas que ese capítulo suele registrar un mes antes de las vacaciones y, en especial, el pasado año con el redondeo del euro. Algunos expertos indican también que los empresarios de esta actividad temen una campaña turística más floja y están conteniendo precios.
Los alimentos frescos, otro de los apartados más desbocados, registró asimismo un mejor comportamiento en febrero. Las bajadas en el pescado (4,5%) y en la carne de ovino (6%) fueron las de mayor repercusión en la cesta de la compra. Pese a este respiro, la evolución de los precios de los alimentos sin elaborar es uno de los aspectos más preocupantes del IPC. Desde hace casi tres años, estos productos suben a un ritmo superior al 5%. El Ministerio de Economía anunció que el Tribunal de la Competencia había analizado los problemas de este sector, sin que hayan hecho públicas sus conclusiones. Desde febrero de 2002, los precios de los alimentos frescos crecieron un 5,9%, frente al 7,2% de enero.
El vestido y el calzado subieron también menos que el año anterior (un 3,2% frente a un 5,5% en 2002), principalmente porque las rebajas han sido mayores.
El IPC armonizado, que permite comparar con la UE, se situó también en el 3,8%. De momento, el diferencial con los países que comparten la moneda única se mantiene en 1,6 puntos, a la espera de que se confirmen los datos de la UE. Los precios también se aceleraron en Alemania, donde, según datos provisionales, el IPC se situó en el 1,3% en febrero, frente al 1,1% de enero. También cifras preliminares indican que en Italia el IPC se moderó del 2,7% al 2,6% en febrero.
La oposición pide a Rato que actúe
La subida de la inflación suscitó ayer las críticas de la oposición política y de los sindicatos, mientras que los empresarios se mostraron más confiados en una pronta moderación de los precios.
El PSOE considera que el IPC español vuelve a registrar "un mal dato" y pide al Gobierno que actúe. Frente al vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, que destaca la evolución positiva de los alimentos frescos, el secretario socialista de política económica, Jordi Sevilla, se pregunta dónde están las medidas que anunció Rato para frenar los precios. Sevilla cree que la inflación es "el principal problema de la economía española".
Izquierda Unida pide al Ejecutivo que reconozca el problema y lo acusa de aplicar una política fiscal regresiva que "ha alimentado el descontrol de los precios".
También los sindicatos se muestran beligerantes con las cifras. UGT cree que el IPC desacredita la política económica del Ejecutivo. Comisiones Obreras advierte de que el dato dista mucho de ser coyuntural.
Más optimista resulta la patronal CEOE, que confía en que los precios se moderen una vez se despeje la incertidumbre internacional. Las Cámaras de Comercio resaltan el diferencial de inflación entre España y la zona euro y avisan de que esta brecha perjudica a la competitividad de las empresas del país.
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