"Yo a Aznar le ayudé a conocer gente"

Pregunta. ¿Cómo ve lo del Prestige?

Respuesta. Ha sido una mala suerte, sobre todo para mi tierra.Pero son cosas imprevisibles, que ocurren de vez en cuando.

P. ¿Y el Gobierno?

R. El Gobierno y la Xunta han hecho lo que han podido; los voluntarios, también. Lo que no me ha gustado es que un grupo haya politizado el tema.

P. A los 18 años dirigía la fábrica de su padre. ¿Mandar desde tan pronto cría callo?

R. Era una fábrica de conservas pequeñita. Y mandaba mi padre. Mandar, mandar, mando desde hace poco. Desde los 33.

P. ¿Se lleva mejor con el Gobierno o con la oposición?

R. Yo me llevo muy bien con todos -con Leguina, con Ruiz-Gallardón-, porque he tenido un entrenamiento: ser presidente de los empresarios de Madrid. De lo que estoy en contra totalmente es de las dos Españas. Y he votado y votaré siempre al PP.

P. Ruiz-Gallardón es la niña de sus ojos.

R. Yo le he ayudado como empresario lo que he podido, igual que a Leguina, en lo que me han pedido. También soy amigo de Aznar, y le ayudé a conocer gente. Pero no pretendo nada.

P. ¿Cómo se aprende a nadar en todas las aguas?

R. Uy, eso es muy difícil. Lo que hay que intentar es no hacer daño nunca a nadie.

P. ¿Qué requiere ser avispado para el dinero: inspiración divina, entrenamiento?

R. Igual peco de soso, pero yo para ser lo que soy, si soy algo, he tenido muy presente lo que llamo las tres eses: sentido de la responsabilidad, sentido común y suerte.

P. Dicen que no se para en nada para conseguir sus objetivos.

R. Yo voy a cumplir mis objetivos, pero siempre dentro de la ley y de los márgenes éticos.

P. ¿Se trafica mucho en el palco del Real Madrid?

R. Yo no. Y no creo. Lo que pasa es que el Madrid es una institución, y todo el mundo quiere estar allí. La gente que no va es la que dice que se trafica.

P. ¿Vale la pena ser tan naviero y no llegar a Onassis?

R. Hombre, yo nunca tuve envidia a nadie, y siempre admiré a Onassis y a Niarchos. Yo hoy soy el tercer armador de Europa. Por lo tanto, un poquito he hecho.

P. ¿Le da el cuerpo para las decenas de consejos de administración en los que se sienta?

R. Sí. Pero cada vez estoy en menos, porque quiero trabajar más para mí y menos para los demás. Y, además, gratis et amore.

P. También le ha dado el cuerpo para tres matrimonios.

R. También.Supongo y deseo que éste sea el último.

P. Espera el séptimo hijo. ¿A por la docenita, como en su casa?

R. Hombre, a mí las familias numerosas me encantan. Pero ya no tengo mucha vida por delante para dejar a hijos muy pequeños sin protección.

P. Dijo que prefería despedir a un trabajador de 50 años para coger a dos de 25. Con las mujeres le pasa un poco igual, ¿no?

R. Qué va. Yo no he despedido a las mujeres por su edad. Son situaciones de la vida muy personales. Pero a mí, claro, las mujeres me gustan más jóvenes que mayores.

P. ¿Sería usted la mitad de conocido sin Mar Flores?

R. En contra de mi agrado me hicieron popular. Y es una lata. Vas a cualquier sitio y: "Mira, ahí va el Fefé". Y yo con eso del Fefé me cago en todos [risas]. Odio que me llamen así.

P. Dicen que es supercoqueto.

R. Yo lo que soy es perfeccionista. Y cuido mucho mi manera de vestir. Me gusta ir limpio y aseado, y conjuntado siempre. ¿Coqueto de coquetear? No.

P. Y que no se resigna a tener 64 años; que cree que tiene 30.

R. No. Yo sigo pensando que tengo 64. Y eso es lo que más me cabrea [ríe].

P. Recomiéndeme una crema hidratante.

R. No uso cremas. Bueno, cuando tomo el sol en el barco. Pero me la da Nuria, porque dice que se me reseca la piel.

P. ¿Se encuentra irresistible?

R. Nada. ¿Usted cree que tengo algo de irresistible?

P. La que pregunta soy yo.

R. Y yo. Para eso soy gallego.

P. ¿Cómo disfruta?

R. Haciendo felices a los demás. Por egoísmo propio.

P. Dígame un cantautor.

R. A mí el que me gusta mucho es ese Sabrina.

P. ¿Sabina?

R. Sí. Ése de llegaron las dos, y las tres y las cuatro. Y la oficina del Banco Hispanoamericano.

P. Dinero, toros, fútbol y mujeres. ¿Su vida tiene algo más?

R. De trabajo. Y de mi familia, también.

P. ¿Qué le pediría a su hada madrina?

R. Yo no quiero nada. Bueno, le pediría volver a tener veinticinco años. Eso sí.

P. ¿No va sobradísimo?

R.¿Sobradísimo de qué?