Mijaíl Baryshnikov estrenará en Nueva York una obra del bailarín Cesc Gelabert
La coreografía, con música de John Cage, ha sido creada especialmente para la estrella
La admiración que el mítico bailarín ruso Mijaíl Baryshnikov (Riga, 1948) siente por el trabajo del catalán Cesc Gelabert (Barcelona, 1953) le ha llevado a desplazarse desde Nueva York, donde reside, hasta la localidad francesa de Toulouse para trabajar bajo la dirección del bailarín y coreógrafo, quien ha creado una pieza especialmente para él, con música de 1948 de John Cage. La pieza, titulada In a landscape, formará parte de un programa en el que Baryshnikov bailará en solitario otras de coreógrafos tales como Michael Clark, Ruth Davidson, Terry O'Connor y Lucinda Childs. La obra se estrenará en mayo en Nueva York y varios programadores europeos se han interesado ya por ella.
Toulouse ha sido el escenario del encuentro entre Baryshnikov y Gelabert tras una primera presentación en Zaragoza hace unos meses. "A Mijaíl hacía tiempo que le interesaba mi trabajo y finalmente, a través de unos amigos comunes, contactó conmigo", explicó a este diario Cesc Gelabert, emocionado por la intensa experiencia que ha significado para él trabajar con un bailarín como Baryshnikov. "Es un hombre inteligente, divertido, con una calidad de movimiento extraordinaria", añadió; "con una sola indicación ya sabía lo que yo quería de él, interpretaba enseguida mis ideas".
En un principio el bailarín ruso se interesó por Vaslav, la coreografía que Gelabert creó en homenaje a Nijinski. "Me gustó la idea", dijo Gelabert, pues Vaslav tiene fragmentos musicales de ballets del repertorio clásico, como Las sílfides, Petruska y Juegos, todos ellos bailados por Mijaíl, pero finalmente decidimos que crearía una pieza nueva, y él fue quien escogió la música de John Cage".
Para el coreógrafo catalán, trabajar con Baryshnikov ha resultado una experiencia fascinante en diferentes aspectos. "La primera vez que nos vimos surgió de inmediato entre nosotros una especie de complicidad, rápidamente nos pusimos de acuerdo en el trabajo que queríamos desarrollar, pero no únicamente hemos congeniado en el trabajo, sino también fuera de él: hemos compartidos largas conversaciones sobre la danza, la vida y cualquier otro tema. Es un hombre con un fuerte sentido del humor, al que le gusta contar anécdotas sobre su vida, cuando era niño en Rusia, cuando jugaba a pescar en lagos helados y cuando iba a ver a su abuela a un pequeño pueblo de Siberia".
"Es un hombre generoso en el amplio sentido de la palabra", continúa Gelabert; "a pesar de ser uno de los más destacados bailarines del siglo XX y de haber trabajado con los mejores, es un hombre sencillo, con un encanto natural que le hace un seductor nato".
"Mijaíl es un ser muy vital, al que le gustan la buena mesa y el buen vino, y a quien le interesa todo", indicó Gelabert; "está al día de cualquier asunto que tenga que ver con la danza moderna. Ha comprado dos plantas en un edificio de Nueva York para reunir a creadores y bailarines e intentar reactivar todo lo que significa evolución y vanguardia dentro de este género, ya que en América, al igual que en Europa, los recientes acontecimientos políticos y la crisis económica han ensombrecido el panorama artístico".
La timidez natural de Gelabert le hace bajar la voz cuando confiesa que Baryshnikov admira su estilizado y bello movimientos de brazos.
La coreografía que ha ideado para el bailarín ruso potencia las cualidades naturales del artista, especialmente su giro, y su fuerte personalidad escénica.
Gelabert explicó de In a landscape: "Es un trabajo abstracto, con un toque melancólico, en el que he creado primero un movimiento contundente que realza la fuerza interpretativa de Mijaíl, para luego distorsionar este mismo movimiento, como desvaneciéndolo. Es como si un hombre se sumergiera dentro del otro. Es una pieza con muchos giros y un destacado trabajo de brazos".
La bailarina y también diseñadora de vestuario Lydia Azzopardi será la encargada de crear el vestuario para Baryshnikov, "algo sencillo y austero, en azul, del mismo tono que sus ojos".
Gelabert, que viajará próximamente a Nueva York para ultimar los detalles de la coreografía y el diseño de luces, añadió que es probable que el espectáculo se vea en España, pues algunos programadores europeos ya se han interesado por él.
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