Dos consejeros del Atlético aprietan a Gil

Por primera vez desde la conversión del Atlético en sociedad anónima, Jesús Gil ha encontrado oposición dentro del Consejo de Administración del club. Se la plantean Fernando García y Manuel Herrero, dos de los 15 miembros del consejo; dos de los nueve que entraron hace un año, en pleno proceso judicial del club y como mensaje de política aperturista. Ambos pidieron ayer formalmente a los Gil una reunión de urgencia para tomar medidas inmediatas ante "la crítica situación económica y patrimonial" de la sociedad.

En el escrito enviado a los Gil, los consejeros dan por sentado que, en función de las pérdidas seguras que se van a producir en el presente ejercicio, al Atlético sólo le quedan dos vías de salvación: ampliar su capital social en unos 36 millones de euros o vender a Fernando Torres. Como quiera que descartan la segunda opción por su valor sentimental entre la hinchada -el propio Gil aseguró que no lo haría jamás-, la ampliación de capital es la medida que reclaman. Y solicitan que o bien sean los accionistas mayoritarios los que asuman dicha ampliación o que, con la garantía de que los Gil no participen, sean los accionistas minoritarios y los abonados los que la afronten.

El problema principal con el que se encuentran las voces discordantes del consejo es si lo que exigen es viable, ya que el club se encuentra en una confusa situación judicial. Con una sentencia de la Audiencia Nacional encima de la mesa condenatoria para Gil -le obliga a restituir sus acciones al club por apropiación indebida y le acusa de una estafa por valor de 16 millones de euros- y a la espera de que el Tribunal Supremo resuelva el recurso. Del actual capital social del Atlético (12,3 millones de euros), el 95 por ciento (11,7) permanece bloqueado en los juzgados.

Fernando García pertenece a la asociación Neptuno, de clara oposición al mandato de Jesús Gil y que formaba parte de la acusación particular en el caso Atlético, que retiró hace un año cuando los Gil le convencieron de participar en el gobierno de la entidad. Manuel Herrero, fue vicepresidente del club durante la etapa de Alfonso Cabeza y rival de Gil en sus primeras elecciones, en 1987. Ambos son accionistas minoritarios de la entidad.