El Parlamento aprueba nuevas competencias para los Ayuntamientos
Los grupos políticos participarán en la dirección de las cajas de ahorro
El pleno de la Asamblea aprobó ayer, en una larga sesión plenaria, las leyes de Administración y Pacto Local, que regulan algunas de las competencias que hasta ahora estaban en manos de la Comunidad y que pasarán a los Ayuntamientos. En el mismo pleno, IU consiguió que el PP aceptara una enmienda que permite la presencia de todos los partidos con representación parlamentaria en los órganos de dirección de las cajas de ahorros.
El cercano final de la legislatura, previsto para el próximo día 24 de marzo, hizo que se acumularan los asuntos a debatir y terminó por convertir en tedioso el pleno de la Asamblea. Hubo momentos en que los escaños del Gobierno estuvieron vacíos. Hasta el extremo de que mientras se debatía una moción sobre política sanitaria de urgencias, el consejero responsable de esta cartera estuvo ausente del hemiciclo.
Los textos aprobados ayer permitirán a los ayuntamientos elegir entre 13 competencias: entre otras, las de sanidad, cultura, urbanismo, medio ambiente o servicios sociales. Las corporaciones habrán de crear una comisión mixta, formada por 12 miembros de la Comunidad y 12 de los municipios.
La comisión, que se creará en un plazo de seis meses, estudiará las peticiones de cada consistorio y evaluará los costes y las posibilidades que cada uno de los ayuntamientos tiene para administrar los servicios públicos solicitados. El Gobierno destacó que se trataba de una "segunda descentralización", que supone "un antes y un después en la historia de la Comunidad". "A partir de ahora", dijo, "los ciudadanos podrán percibir si la gestión de los servicios públicos por parte de los ayuntamientos es más ágil y eficaz".
La oposición (IU y PSOE) tachó de vago el texto y echó en falta que no desarrollara ni las competencias que deben transferirse, ni la financiación ni medios previstos. El socialista Óscar Monterrubio criticó que la ley no se hubiera pactado con la Federación de Municipios de Madrid (FMM) y lamentó que la ley vaya a discriminar a los Ayuntamientos en función de sus recursos: "Sólo los municipios que tengan fondos podrán elegir competencias. El resto habrá de conformarse con aquellas para las que tengan recursos". Para Fernando Marín (IU), el texto aprobado ayer es "sólo un catálogo de buenas intenciones".
Más sintonía se dio en la Ley de Cajas, que fue aprobada con los votos de IU y el PP. El PSOE se abstuvo. IU consiguió que le aprobaran la totalidad de sus enmiendas. Franco González explicó que su grupo había logrado romper el bipartidismo en los órganos de dirección. La ley recoge que todos los partidos de la Asamblea estén representados.
Se han modificado también los índices de representación en el consejo de la caja, dándose mayor capacidad de decisión a impositores (28%), Asamblea (10%) y municipios (25%). Los empleados tendrán un 9%, y el 8% será para entidades representativas. El 20% que corresponde a socios fundadores (Casa Real) se repartirá proporcionalmente entre el resto de los miembros del Consejo.
El PSOE prefirió abstenerse. El socialista Adolfo Piñedo explicó que había cuatro puntos en los que no había sido posible el acuerdo. El primero se refiere a la elección del presidente ejecutivo, que, cuando es por primera vez, el texto exige dos tercios de los votos. Y cuando se trata de reelección basta con mayoría simple.
Tareas para la Benemérita
Lo dijo ayer la diputada de IU, Caridad García, cuando interpelaba en la Cámara a la consejera de Servicios Sociales, Pilar Martínez, por la política del Gobierno en torno a los discapacitados. "¿Qué política puede tener si ni siquiera tiene resueltos los problemas de acceso de esta casa?".
Demasiado suave fue García al contar que a ella le habían contestado que los guardias civiles de las garitas tenían instrucciones de ayudar a los discapacitados. Como dijo la diputada, "muy agradecida, pero no es eso". Y que, además, no es cosa de poner tras cada discapacitado a un miembro de la Benemérita. Cosas de este fin de legislatura que deja a los diputados sin ganas de nada.
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