Estrategia de ciudad
Que la nueva zona que está emergiendo en el frente marítimo del Besòs tenga un potente campus universitario se ha convertido en un objetivo estratégico para los ayuntamientos de Barcelona y Sant Adrià y para la Diputación.
La razón es sencilla: se trata de una nueva área que contará con una amplia oferta de oficinas, servicios, zona residencial y un potente complejo hotelero y centro de convenciones.
Pero también es una zona con problemas, deprimida -con el barrio de La Mina a dos pasos-, con pesadas infraestructuras -incineradora, depuradora, central térmica-, que requiere un tipo de actividad que contribuye a transformar el paisaje allí a donde va: la universidad. La experiencia de la Pompeu Fabra y la Ramon Llull en Ciutat Vella son muestra de ello.
Por eso, las administraciones se propusieron destinar unos terrenos de casi 130.000 metros cuadrados a equipamientos universitarios y a actividades productivas tecnológicas, las denominadas 22@. Ese fue el germen de la idea de crear en el campus de Llevant la gran área de las ingenierías. El ex rector de la Politécnica Jaume Pagès -hoy consejero delegado del Fòrum de les Cultures- respaldó y aupó el traslado de la Escuela Superior de Ingenieros Industriales -cuyo edificio tiene serios problemas estructurales- y la Escuela Universitaria de Ingeniería de la calle de Urgell. La Diputación refrendó la idea comprometiéndose a financiar el traslado de esta última escuela al campus de Llevant.
Pero todo el panorama cambió por la firme oposición del actual rector, José Ferrer Llop, y su equipo a abandonar Pedralbes, donde se sienten afincados, y trasladarse al otro extremo de la Diagonal, el Besòs.
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