El consejo controla muy poco capital

El BBVA presentó a la junta un reducido consejo de administración que estuvo presente prácticamente en las palabras de todas las preguntas de los accionistas. El actual consejo, sin la aportación del grupo Telefónica, controla sólo el 0,06% del capital de la entidad. Con la empresa de telefonía alcanza el 1,19% del capital. Los dos primeros accionistas en el consejo son el presidente, Francisco González, con un 0,0357%, 9,019 millones de euros, y el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, con el 0,0125%, 3,159 millones de euros. Los empleados, con el 2,9% del capital, controlan más acciones que el propio consejo. Otras entidades financieras cuentan con el 5,6% del BBVA, cerca de un 2% está en manos de la Bilbao Bizkaia Kutxa.

El consejo tuvo que escuchar cómo casi todos los accionistas que usaron el turno de preguntas se quejaron tanto de la eficacia del consejo como de sus emolumentos, cuestión a la que González no hizo referencia en sus respuestas. Sin embargo, sí defendió que los miembros del principal órgano de Gobierno no fueran grandes accionistas de la entidad al asegurar que lo importante era la honestidad y la experiencia profesional.

La remuneración del consejo también planeó sobre la junta. El consejo estrenó nuevo sistema de retribuciones en mayo de 2002. Hasta entonces se pagaba en dietas por asistencia, ahora se remunera en función de la dedicación, responsabilidades e incompatibilidades por el cargo. El consejo desde entonces, y hasta el final del ejercicio, ha recibido 4,159 millones de euros, repartidos entre el propio consejo y las comisiones delegadas, en las que participan los distintos consejeros. Por otro lado, los 16 miembros del comité de dirección percibieron el pasado año 6,735 millones de euros por retribución fija y 22.112 por retribución variable, en este último apartado se incluye la liquidación del programa de incentivos de los años 2000 y 2001. Este año el consejo de dirección cuenta con 12 personas.

En su afán por las buenas costumbres, el consejo ha creado una unidad de inteligencia cuyo objetivo es prevenir del "uso de los productos y servicios del grupo con fines ilícitos, y particularmente el asociado al lavado de dinero precedentes de actividades criminales o con la financiación de actividades terroristas". La memoria señala que se han aumentado las dotaciones humanas e informáticas.