Un hombre muere en Tarragona al intentar cruzar con un todoterreno el Francolí, muy crecido por las lluvias

Antonio Robles Martos, de 70 años, murió ayer por los golpes recibidos en la cabeza cuando su coche fue arrastrado por la corriente del río Francolí, muy crecido por las lluvias. Robles trató de cruzar el río por un paso prohibido entre la carretera de Constantí y el hospital Joan XXIII. El citado paso no sólo estaba debidamente señalizado con la prohibición de cruzarlo, sino que se había vallado en el momento en que la Agencia Catalana del Agua alertó de la crecida del río. El suceso ocurrió a las 8.30, cuando la Guardia Urbana fue alertada de que un Nissan Patrol, volcado, corría aguas abajo, arrastrado por la fuerte corriente del Francolí. Al lugar de los hechos se trasladaron asimismo bomberos y ambulancias. Los servicios de socorro decidieron utilizar una excavadora de una construcción cercana para detener el coche y acercarlo a la orilla. Así, pudieron rescatar a Amparo Fernández Torres, de 66 años, que requirió ingreso en el hospital por una crisis nerviosa. Hasta que el coche no se retiró del agua no se pudo llegar hasta el cuerpo de Antonio Robles Martos, a quien se trató de reanimar infructuosamente.

El lugar por el que Robles trató de vadear el río es un paso ilegal, pero lo atraviesan muchos ciudadanos, dado que supone un atajo para llegar al Joan XXIII y sus barrios aledaños y porque el Francolí, excepto en días como el de ayer, es sólo un riachuelo del todo inofensivo. Desde el Ayuntamiento y la subdelegación de Gobierno se lamentó la imprudencia del hombre al entrar en el río y se comprobó que todos los medios que señalan la prohibición están visibles.

Tarragona ha padecido en las últimas horas lluvia de gran intensidad. En Prades se han llegado a contabilizar 178 litros por metro cuadrado, mientras que en Falset se han alcazado 109 litros.Cataluña permanece en alerta por riesgo de fuertes precipitaciones, que ayer causaron apagones de luz en la ciudad de Barcelona y en la comarca del Maresme, así como destrozos en numerosas localidades.

Las intensas lluvias que cayeron en Cataluña durante todo el día dejaron ayer sin luz a 1.800 vecinos de los distritos barceloneses de Sarrià y Horta, y a 1.300 habitantes de algunos municipios del Maresme: Vilassar de Mar, Premià de Dalt, El Masnou y Montgat. Anoche el servicio eléctrico se encontraba ya restablecido en estas localidades, según Fecsa-Endesa, pero 600 abonados de Horta seguían sin luz.

El temporal, que según el Servicio Catalán de Meteorología finalizará hoy después de cuatro días de lluvias, cortó ayer por la mañana la línea regional de Renfe entre las localidades de Sant Quirze y Ripoll, por el riesgo de caída de árboles y desprendimientos de tierra. Durante tres días no será posible la comunicación por tren entre ambos municipios, mientras los técnicos de Renfe se aprestan a reparar los daños.

Ni las playas barcelonesas ni el aeropuerto de El Prat se libraron de los efectos del temporal. Éste se llevó la arena de las playas de Barcelona y de muchas del Maresme, mientras que el aeropuerto sufrió inundaciones y goteras en sus instalaciones, además de retrasos en los vuelos.

En un hotel de Tossa de Mar (Selva) las lluvias ocasionaron el derrumbe de un garaje, mientras que en el cementerio viejo de Badalona (Barcelonès) el agua originó el hundimiento de ocho nichos.

De la intensidad de las lluvias da muestra que ayer en Viladrau (Osona), tras 72 horas casi seguidas de precipitaciones, se habían recogido o 210 litros de agua por metro cuadrado.