Barrionuevo y Vera entran en la cárcel arropados por toda la cúpula del PSOE
"¿Es esta la fotografía que buscaban desde hace años algunos políticos?
Aquí está, ya la tienen. Y no de dos hombres, la tienen de tres", comentó
Felipe González cuando la puerta de la cárcel se cerró tras Barrionuevo y
Vera. Toda la ejecutiva socialista, encabezada por Joaquín Almunia y José
Borrell, los líderes autonómicos y destacadas figuras del partido, como
Alfonso Guerra, estuvieron a la puerta de la prisión, mientras González
abrazaba a Barrionuevo y Vera antes de que éstos cruzaran el umbral de la
cárcel. Hubo también alguna ausencia significativa, como la del último
ministro del Interior con el PSOE, Juan Alberto Belloch. Previamente, ante
unos 7.000 simpatizantes socialistas que lanzaban gritos de "libertad" e
"inocentes", Almunia aseguró que el PSOE seguirá luchando por la libertad
de los encarcelados y porque "España tenga un futuro de paz y no de
rencor". En el recorrido desde el estrado donde hablaron Barrionuevo y
Almunia hasta la prisión, los condenados y los dirigentes socialistas
tuvieron que atravesar una compacta multitud que pugnaba por estrecharles
las manos y lanzaban gritos de apoyo. Vera y Barrionuevo realizaron un
último intento para evitar el ingreso en prisión con la presentación de un
recurso de súplica, que el Supremo acordó no estudiar hasta la próxima
semana.
