Matemáticas

Como es tan importante la innovación tecnológica para nuestra industria y como además solemos andar nada más que regular en matemáticas, me permito comentar mi entusiasmo por una entrevista en Canal Sur a Juan Pérez Mercader, un astrofísico nacido en Alcalá de Guadaíra que dirige el Centro de Astrobiología de Madrid en colaboración con la NASA. En ella, Pérez Mercader dio las gracias repetidas veces por haber tenido la oportunidad de alimentar la curiosidad y la imaginación a través de la televisión, una tarea que, en su opinión, se debía llevar a cabo en los medios con mayor asiduidad. Si la ciencia es importante para conocer el entorno en el que se desarrolla nuestra vida, dijo, también el entender el porqué de las cosas es básico para el ciudadano que quiere vivir al máximo. Aunque vivir al máximo quizá no sea la pretensión que más identifique a los sevillanos, sí podríamos tener en cuenta otra frase suya que sirve para todo el mundo: quien conoce mejor elige mejor y vive mejor.

Muy curioso me pareció que los problemas de tráfico obligaran a los cohetes espaciales a maniobrar debido a la cantidad de basura de todo tamaño que hay en el espacio. Parte de esa basura es producto nuestro. Yo ya me lo estaba imaginando antes de oírlo por el placer que nos produce tirar al cubo un resto de cualquier cosa que deje nuestra casa más limpia y más clara. De las bolsas y bolsas que llenamos de desperdicios a un martillo en el espacio va un paso.

Del universo contó historias muy interesantes como, por ejemplo, que desde 2001 se sabe que seguirá creciendo para siempre en una interminable expansión en la que se va generando más espacio y se va perdiendo densidad, lo que ha permitido que lo pueda atravesar la luz y por eso podemos ahora ver algo. También trató sobre la improbabilidad de que exista vida como la nuestra en otro planeta o sistema solar debido a lo imprevisibles que son los accidentes y detalles de la evolución.

Y todo eso, dijo Pérez Mercader, se imagina a través de las matemáticas y después se va comprobando. Yo añado que quizá por eso aquí andamos siempre pendientes de lo mismo, porque para llegar a la imaginación hay que pasar por las matemáticas.