Una reforma que les "ignora"
Muchos profesionales de la orientación psicopedagógica se quejan de que la Ley de Calidad de la Educación (LOCE) les "ignora", y temen que su desarrollo reglamentario constribuya a perpetuar la confusión sobre sus tareas.
Un total de 300 orientadores de la zona sur de Madrid, pertenecientes a 40 institutos, en su mayoría públicos, firmaron a comienzos de curso un manifiesto contra la Ley de Calidad. El documento acusaba a la ley de ignorar las funciones de los orientadores. Con las prevenciones que suscita una ley cuyo desarrollo está pendiente, el pedagogo Víctor Rodríguez, uno de los firmantes, expresa su temor a que la LOCE condene a los orientadores a "pasarse el día haciendo diagnósticos de los chavales para repartirles entre los distintos itinerarios".
El coordinador de la Junta de la Sección de Psicología Educativa del Colegio de Psicólogos, Jesús Ramírez, asegura que la LOCE les "ignora" y mantiene sus funciones sin delimitar, "mezclando conceptos como orientación, asesoramiento y tutoría".
Para el coordinador estatal del área educativa del Colegio de Psicólogos, Adolfo Fernández Pérez, a la LOCE le hace falta "un buen pulido técnico". "No es de recibo que confundan departamentos de orientación con equipos de evaluación, o que no incluyan referencias a la orientación en primaria, cuando sólo en Madrid hay más de 200 equipos", pone como ejemplo. A su juicio, estos errores son consecuencia de la "falta de debate".
El especialista José Antonio Luengo comparte la idea de que la LOCE muestra "escasa sensibilidad hacia lo que pueden aportar los orientadores para elevar el nivel educativo". Luengo recalca que "si se quiere mejorar la calidad de la enseñanza en este momento de gran diversidad de alumnado, con conflictos hasta hace poco desconocidos, es imprescindible un mayor esfuerzo en recursos de apoyo especializado".
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