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Reportaje:

El ocaso político de los Pérez

El enfrentamiento con Ana Báñez abre una fuerte crisis del PP de Huelva, dirigido por Enrique Pérez y sus dos hijos

Las adversidades políticas de Enrique Pérez Vigueras, primer teniente de alcalde y concejal de Personal del Ayuntamiento de Huelva; de su hijo Jaime Pérez, concejal de la Presidencia de ese Consistorio; y de su otro hijo, Francisco Pérez, presidente provincial del Partido Popular (PP) de Huelva, no se deben a escándalos políticos, ni a errores graves de gestión, ni siquiera a desidia en el trabajo: Están motivadas por circustancias que rayan con el humor. Tampoco ha tenido ninguno de ellos encontronazos de gravedad con sus, en teoría, principales rivales políticos: Los dirigentes del PSOE de Huelva. Los infortunios de la familia Pérez se derivan, sobre todo, del enfrentamiento que desde el año 2000 han sostenido con una mujer con la que durante lustros compartieron militancia en el PP y con la que además tienen en común una visión conservadora de la sociedad, de la vida y de la política: Ana Báñez.

Los Pérez irrumpieron en política con las elecciones municipales de 1999, de la mano de Pedro Rodríguez, alcalde de Huelva, con el que mantienen una amistad de toda la vida. Inmediatamente surgió un enfrentamiento político entre los Pérez, por un lado, y Francisco Nieves -entonces secretario general del PP de Huelva- y Ana Báñez -entonces secretaria de Organización y portavoz en la Diputación-, por otro. Todo desembocó en el Congreso del PP de Huelva celebrado el 30 de septiembre de 2000, un cónclave lleno de aristas y acusaciones, que Francisco Pérez, con todo a favor, ganó por un estrecho margen de siete puntos a Ana Báñez, la candidata a la presidencia por el sector crítico -el denominado Grupo Tartessos-. La crisis se cerró en falso.

Ana Báñez y Francisco Nieves pidieron voluntariamente la baja en el PP en enero de 2001. Pero el destino no ha querido que los Pérez y Ana Báñez vivan separados. Báñez se matriculó en septiembre de 2000 como alumna de Relaciones Laborales, licenciatura que se imparte en el campus de Cantero Cuadrado, en la capital onubense. Desde entonces ha tenido como profesor, en distintas asignaturas, a Enrique Pérez Vigueras, casualidad que sólo es explicable en una ciudad de reducidas dimensiones, como Huelva.

El primer teniente de alcalde suspendió en 2001 a Ana Báñez en la asignatura de Derecho del Trabajo. Aquella noticia saltó a la prensa y desde entonces las calificaciones de Enrique Pérez Vigueras a los exámenes de Báñez han sido seguidas con una fuerte expectación, no sólo por la interesada, sino por gran parte de la comunidad universitaria.

Enrique Pérez Vigueras no ha querido soportar la presión. Días pasados renunció a calificar las pruebas de Ana Báñez en la asignatura de Derecho Sancionador, que él imparte, dentro del segundo curso de Relaciones Laborales. La calificación de Báñez se expone desde entonces en el tablón de anuncios en un folio aparte al del resto de alumnos. La suerte docente de Ana también ha cambiado. El catedrático, que se ha asignado personalmente la calificación de sus pruebas, le acaba de otorgar la segunda mejor nota del curso. Cosa distinta que los suspensos o aprobados ramplones que solía recibir esa alumna del profesor Pérez Vigueras.

El concejal de Personal fue denunciado en enero por una funcionaria, que lo acusó de acoso moral. Pedro Rodríguez se ocupó personalmente de convencer a Enrique Pérez Vigueras en 1999 de que entrara en política. Rodríguez reserva ahora a Pérez Vigueras la presidencia de la empresa Huelva Alimentaria, fuera de la Corporación, según fuentes próximas al PP.

Jaime Pérez, de 30 años, licenciado en Económicas, es un edil que se ha ganado una extendida fama de pusilánime. Máximo responsable de protocolo del Ayuntamiento, cuando surgió la noticia del suspenso otorgado por su padre a Báñez, no tuvo mejor ocurrencia que sacar una pancarta en medio del desarrollo de un pleno, en la que se leía: "Suspendida por torpe". En ese momento no había fotógrafos ni cámaras de televisión en el salón de plenos. Fue en 2002 cuando una cámara de televisión captó a Jaime en uno de los frecuentes gestos obscenos que solía dirigir con la mano a los bancos de la oposición durante los plenos: Aquella imagen recorrió los programas de humor de varias televisiones de España. El alcalde ha prescindido de la compañía de Jaime Pérez. No seguirá como concejal, según las mismas fuentes.

Francisco Pérez, de 32 años, licenciado en Derecho, no ha conseguido detener la hemorragia abierta en el PP de Huelva tras el polémico cónclave en el que tuvo enfrente a Báñez. Un total de 30 concejales del PP han abandonado desde entonces el partido en la provincia. Ana Báñez, además, preside la gestora del recién creado Grupo Independiente de Huelva (GIHU), integrado por críticos del PP, que puede infringir un importante daño electoral a los populares en varias localidades estratégicas de la provincia como Gibraleón, Punta Umbría y Aljaraque.

Los Pérez, según unos y otros, están en su ocaso político.

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