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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Isser Harel, el espía que capturó a Adolf Eichmann

Considerado el padre fundador de los reputados servicios secretos israelíes, Isser Harel falleció el pasado martes a los 91 años de edad en la clínica Rabin de la localidad de Petá Tikva, situada en las inmediaciones de Tel Aviv.

Entre sus logros como director del espionaje hebreo destaca, sin duda, la captura del conocido oficial de la Alemania nazi y criminal de guerra Adolf Eichmann, cuyo secuestro a plena luz del día en una céntrica calle de Buenos Aires en 1960 le aupó a la fama dentro de la llamada "comunidad de inteligencia" internacional.

"Le he traído un regalo... Eichmann ya está aquí", le dijo Harel a su vuelta a Israel al entonces primer ministro, David Ben Gurión, quien en 1952 le hizo responsable del servicio de espionaje exterior, conocido por su acrónimo en hebreo, Mossad. Previamente, Ben Gurión le había confiado la dirección del servicio de seguridad interior y contraespionaje, el Shabak, que ejerció desde la creación del Estado en 1948.

De esta forma, Harel fue el único hasta la fecha que dirigiera ambas agencias. Y aunque oficialmente dejó la segunda en manos de su adjunto tras pasar al Mossad, en la práctica siguió ejerciendo su supervisión, lo que le dio el control efectivo sobre todo el sistema de espionaje, con la excepción de su rama militar, conocida por el acrónimo de Aman.

Nacido en Rusia en 1912 con el nombre de Isser Halperim, que posteriormente hebraizó tras inmigrar a Palestina en 1930 para trabajar en un kibbutz, Halper ingresó durante la Segunda Guerra Mundial en la milicia clandestina de la Haganá.

Tras sólo cuatro años de servicio en la misma, se convirtió en el encargado de su departamento de Inteligencia, gracias a su gran capacidad analítica, determinación y frialdad a la hora de desempeñar su cargo.

Esto hizo que tras diseñar su plan de reestructuración y especialización de los diferentes servicios, Ben Gurión le confiriera la difícil tarea de combatir al enemigo interior, primero, y a las amenazas externas, después.Su brillante expediente, en el que figura también el desenmascaramiento de varios agentes extranjeros -el más importante de ellos el del espía soviético Israel Beer, quien llegara a ocupar destacados puestos en el establishment militar y político de los años cincuenta-, se vio no obstante manchado por lo que podría considerarse como el embrión de la "política de asesinatos selectivos", que el Mossad empleara tras el atentado terrorista de las Olimpiadas de Múnich y el conjunto de las fuerzas de seguridad israelíes han venido aplicando sistemáticamente contra los cabecillas de la segunda Intifada palestina. Fueron precisamente las diferencias entre Harel y Ben Gurión en este ámbito las que provocaron su destitución.

Aunque años después se reconciliarían, el espía y el político chocaron después de que los agentes de Harel asesinaran a un par de científicos alemanes que estaban ayudando al Egipto de Gamal Abdel Nasser a desarrollar una tecnología de misiles que según el director del Mossad suponía un emergente peligro.

Pero mientras el primer ministro intentó solucionar el problema negociando con el Gobierno de su amigo el canciller de la República Federal, Konrad Adenauer, Harel optó por combinar los asesinatos con amenazas e intimidaciones, proferidas tanto a los científicos como a sus familias.

Al final, Ben Gurión impuso su voluntad, desplazando a Harel, quien tras dos años sabáticos pasó a ser asesor especial de seguridad del siguiente premier, Levi Eskol.

Los que le conocieron aseguran que su discreción era tal que ni ellos, ni su propia mujer, supieron durante años cuál era su verdadera profesión. Aparte de la ópera y de las novelas de detectives, no se le conocían otros pasatiempos a este individuo austero y puritano, cien por cien dedicado a la seguridad. Esto último fue finalmente reconocido por el propio Ben Gurión en la inscripción de una fotografía que le regaló en señal de su reconciliación personal el año 1966, en la que se leía "al garante de la seguridad del Estado".

Isser Harel.
Isser Harel.

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