Acelor vende al grupo alemán Thyssenkrupp la factoría Galmed del Puerto de Sagunto por 40 millones de euros

El grupo siderúrgico europeo Arcelor, resultado de la fusión de la española Aceralia, la francesa Usinor y la luxemburguesa Arbed, alcanzó ayer un acuerdo para vender su participación del 75% en la línea de galvanizado en caliente de Galmed (Galvanizados del Mediterráneo), situada en Puerto de Sagunto, al grupo industrial alemán Thyssenkrupp Stahl. El coste de la transacción será de 40 millones de euros, según explicaron las mismas fuentes. Una cifra que podrá experimentar ciertos ajustes teniendo en cuenta el valor en efectivo neto de Galmed a fecha del cierre de la operación que será, como mínimo, de 10,5 millones.

La factoría saguntina Galmed era hasta el momento una filial del grupo Arcelor, participada al 51% por Aceralia Corporación Siderúrgica y al 24,5% por Sollac Mediterranée. Thyssenkrupp Stahl controlaba el 24,5% restante, y la operación lo convierte en el único propietario de Galmed. El acuerdo será sometido a la aprobación por parte de la Unión Europea. Una vez aprobado, los grupos prevén que la transferencia efectiva de la participación tenga lugar el 31 de marzo de 2003.

La venta anunciada anoche se enmarca en el proceso de desinversiones industrial previsto por la compañía siderúrgica como consecuencia de la fusión entre la española Aceralia, la luxemburguesa Arbed y la francesa Usinor, conforme con los compromisos acordados con la Unión Europea en el marco de creación del primer grupo mundial del acero.

La noticia, en cualquier caso, era previsible y esperada. De hecho, en noviembre de 2001 ya era público que la planta valenciana tenía muchas posibilidades de acabar en manos de la alemana Thysenkrupp. Una solución que incluso la respresentación sindical en la planta veía "a priori" con buenos ojos. "Es una empresa fuerte y conocida", argumentaba en su momento el presidente del comité de empresa de Galmed, Alberto Alijarde. En aquel momento, incluso la administración valenciana quiso eliminar posibles temores entre la plantilla y aseguró que el futuro de la planta estaba "absolutamente garantizado" y que los 60 empleos directos que tiene la planta de galvanizados no peligraban.