Excusas de guerra
Me lo decía mi abuela ante cualquiera de mis quejas: más se perdió en Cuba. En 1898, el Gobierno yanqui achacó falsamente a España el hundimiento de un barco de guerra, el Maine para tener una excusa y comenzar la guerra y arrebatarle Cuba. 62 años antes, dejaron que los mexicanos masacraran el fuerte de El Álamo para poder después convertirlo en enseña de resistencia y anexionarse Texas, California y Arizona. En Vietnam hicieron algo parecido en el golfo de Tonkin. Cuando todo se pone en su contra, las esferas del poder estadounidense se inventan un casus belli, un pretexto, y atacan. Como el 15 de febrero ha demostrado que tienen medio mundo en contra, veremos qué se inventan. No nos sorprenderíamos si, en 15 días, unos iraquíes malísimos cometen un atentado de magnas consecuencias en una base de Arabia Saudí, o de Kuwait, o en un barco cargado de marines. Por no hablar de alguna acción más sonada en Nueva York, en Londres o tal vez en París para hacer entrar en razón a los díscolos franceses.
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