La colección de arte de Montserrat aumenta con 103 piezas aportadas por Caja Madrid
La colección de Oriente Bíblico del Museo de Montserrat -la segunda en importancia de España tras la del Museo Arqueológico de Madrid- acaba de aumentar con la donación de 103 piezas que Caja Madrid cedió ayer al monasterio benedictino. La colección no se había expuesto hasta la fecha, al estar embargada por una deuda a la Banca Jover, hoy Caja Madrid. El valor del conjunto de la donación puede superar los 1,2 millones de euros.
Entre las piezas que incorpora el Museo de Montserrat, se encuentran figuras de cerámica mesopotámicas (2000 a. C.), figuras de bronce hititas, y tres vasos de cerámica y dos sarcófagos antropomórficos policromados egipcios, que se hallan en muy buen estado de conservación y que permiten explicar el ritual de la momificación. También se añaden a la colección tres vasos del segundo y del primer milenio a. C. y la figura de un auriga con un carro de cuatro caballos de procedencia chipriota, así como 10 vasos de Amlash (Irán) y una docena de piezas griegas e italianas de los siglos V y IV a. C. Además de las piezas arqueológicas, en el fondo de la antigua Banca Jover constan 27 pinturas y dibujos de artistas catalanes de los siglos XIX y XX: Serra i Porson, Cardona, Busom y Mundó, entre otros.
La sección de Oriente Bíblico del Museo de Montserrat no sólo se enriquece ahora con piezas que tienen una relación directa con los textos y con las épocas de los textos bíblicos, sino que, además, la donación aporta piezas de Extremo Oriente -principalmente de China-, de arte precolombino, y esculturas, algunas de ellas monumentales, de gran valor etnológico, procedentes, por ejemplo, de Nueva Guinea, Indonesia y Java. O sea, que se han depositado en el Museo de Montserrat piezas arqueológicas que cabe encasillar en religiones distintas al cristianismo, como, por ejemplo, la figura de un buda.
Este es un hecho que no preocupa a la comunidad benedictina. El abad, Josep Maria Soler, opina que la diversidad de culturas y de religiones enriquecen el museo de Montserrat en el sentido científico y amplían "el sentido del diálogo y de la amistad" que quiere ofrecer la comunidad. Un diálogo y una amistad que, en palabras del abad -crítico con quienes apoyan el ataque a Irak-, "es muy necesaria en nuestros días".
Las obras cedidas ayer llegarán en breve a las instalaciones del Museo de Montserrat, donde el padre Josep de Calassanç Laplana, director del mismo, dirigirá la catalogación del material. Posteriormente se efectuará una restauración del mismo y, en un periodo que no se prevé que supere un año, se expondrá en una sala del mismo museo. Inicialmente, la donación se presentará de manera conjunta en una sala, y con posterioridad se integrará en el conjunto museístico, completando así el fondo actual, que ya es de considerable relieve.
El Patronato de la Montaña de Montserrat quiere abordar a finales de año la ampliación y reorganización del museo, una obra que se llevará a cabo conjuntamente con la reforma de las plazas de acceso a la basílica.
La colección de arte bíblico empezó en Montserrat a través del padre Bonaventura Ubach, que en sus frecuentes viajes a Oriente Próximo reunió importantes obras. En 1911 se creó el primer espacio destinado a estas piezas y, a partir del 1963, se reordenó, exponiendo material procedente de diversas civilizaciones.
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